Un llamado al 911 desde la residencia de Paulina Rubio en Miami destapó un conflicto familiar que ha derivado en una compleja batalla legal transatlántica. La "Chica Dorada" enfrenta acusaciones de presunta agresión contra su hijo mayor, Andrea Nicolás, de 14 años, lo que ha llevado a un juez a ordenar terapia familiar obligatoria y ha reavivado la guerra judicial con su expareja, el empresario español Nicolás "Colate" Vallejo-Nágera.
El incidente que activó las alarmas
El presunto altercado ocurrió en mayo de 2025, cuando, según reportes del programa Despierta América, Paulina Rubio discutió con su hijo y le arrebató su teléfono celular como parte de un castigo. La situación escaló hasta una supuesta agresión física que dejó marcas visibles en el adolescente. Ante esto, la niñera presente en la casa realizó una llamada de emergencia al 911, lo que provocó la llegada de la policía al domicilio. Alegando falta de colaboración, Paulina Rubio presuntamente despidió a la empleada doméstica que realizó la denuncia.
La respuesta judicial
Debido a la gravedad de los hechos, una trabajadora social asignada por la corte representó al menor. En la audiencia judicial, esta profesional confirmó que el joven Andrea Nicolás describió el episodio como un acto de agresión y, significativamente, expresó su deseo de no seguir viviendo con su madre, prefiriendo mudarse con su padre a España. Tras evaluar el caso, la jueza del caso dictaminó como medida cautelar que Paulina Rubio, Colate y su hijo deben someterse a terapia familiar especializada de manera inmediata para abordar las tensiones en la dinámica familiar.
La batalla por la custodia
El conflicto judicial se intensificó en julio, cuando Paulina Rubio acudió a la corte de Florida para denunciar que Colate mantenía a su hijo "secuestrado" tras una visita, impidiendo su regreso. La cantante alegó que su exmarido estaba "programando" al niño en su contra.
Por su parte, Colate defendió su posición, argumentando que asumió la custodia para proteger al menor de un entorno que consideraba de riesgo y afirmando que "Nico probablemente está pasando por el peor momento de su vida". Un juez falló posteriormente que Paulina Rubio mantiene la custodia principal del adolescente, quien reside en Miami, y que las acusaciones de maltrato presentadas por Colate en España fueron archivadas previamente por falta de pruebas.
Un conflicto con raíces más profundas
Esta crisis es el capítulo más reciente de una disputa legal que comenzó en el verano de 2024, cuando Colate retuvo al niño en España más allá del periodo vacacional acordado, lo que obligó a Paulina Rubio a iniciar un proceso de restitución internacional que requirió intervención policial para lograr el regreso del menor a Estados Unidos. El caso continúa su curso, con la justicia priorizando el bienestar emocional del adolescente a través de la terapia familiar, mientras se investigan los eventos que llevaron a esta dolorosa situación pública.
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