Hailey Bieber dedicó nueve meses a preparar su parto con yoga, acupuntura y terapia de suelo pélvico, sintiéndose “más fuerte que nunca” físicamente. Pero a las 39 semanas, la pérdida de líquido amniótico forzó una inducción traumática: los médicos usaron oxitocina y un globo de Foley para dilatar su cuello uterino, provocando “ruptura de membranas y horas de sufrimiento sin epidural” durante 18 horas interminables. Pese al agotamiento, el alivio por el nacimiento de Jack Blues (3.5 kg) duró minutos: una hemorragia incontrolable la sumió en una lucha por su vida mientras separaban a su bebé de ella.
“Fue aterrador [...] estaba sangrando mucho, y la gente muere”, confesó Hailey a Vogue Italia, describiendo cómo los fármacos fallaron ante la hemorragia postparto (riesgo del 1-5% de partos) que podía causar “shock hipovolémico o muerte”. Tras llevarse a Jack, los médicos insertaron un dispositivo Jada —un aparato de succión que induce contracciones uterinas— en un procedimiento doloroso sin garantías. “Quería tener en brazos a mi bebé”, recordó sobre la angustia de esperar que funcionara mientras su mente recorría escenarios fatales. Su crítica fue contundente: “El parto se minimiza como algo natural [...] pero las cosas pueden salir mal incluso con todo el dinero del mundo”.
Duelo corporal y rumores
Superada la crisis física, Hailey enfrentó “el período más delicado de su vida”: dismorfismo corporal postparto que generó “odio hacia sí misma” y la llevó a buscar comentarios crueles online para “validar” su malestar. Combatió los “altibajos extremos” con terapia, píldoras de placenta y un mantra diario: “Hailey, tuviste un bebé [...] sé clemente contigo misma”. Pese a todo, hoy se declara más segura: “Me gusto más que en cualquier otro momento”, atribuyendo a la maternidad una “fortaleza” que transformó su matrimonio, elogiando a Justin como “padre extraordinario”.
En medio de esta odisea, los rumores de divorcio “100% falsos” multiplicaron su dolor. “Leer en Internet ‘se divorcian’ mientras aprendes a ser madre te vuelve loca”, denunció en su entrevista con Vogue Italia, donde posó bajo el lema “Do Not Disturb” —un manifiesto contra la violación de su privacidad. Pese a todo, planea más hijos: “Un niño a la vez [...] tu pareja te ve como una diosa”, sonríe, revelando que su Grito Silencioso no apaga el amor familiar, sino que exige respeto para sanar en paz.
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