Iván Tamayo admite su adicción al alcohol: se sincera sobre la causa de sus recaidas

En una entrevista con Viviana Gibelli, el actor venezolano habló sin rodeos sobre su separación, los errores que cometió y la lucha que ha enfrentado con el alcohol

Lunes, 28 de julio de 2025 a las 08:40 pm
Iván Tamayo admite su adicción al alcohol: se sincera sobre la causa de sus recaidas

La imagen del galán de telenovelas quedó atrás, en su conversación con Viviana Gibelli, Iván Tamayo mostró una versión de sí mismo mucho más íntima, real y golpeada por el tiempo. El actor no esquivó preguntas incómodas y reconoció, con honestidad que ha atravesado momentos oscuros marcados por la adicción y la distancia de sus hijos.

“La separación es una cosa difícil desde muchos puntos de vista”, dijo con serenidad, pero sin ocultar la carga emocional. Al hablar de su ex pareja y madre de sus hijos, evitó culpables y asumió lo suyo: “Pasaron factores externos… cosas que aún son dolorosas para mí. Y sí, de muchas también soy absolutamente responsable”.

¿Adicciones heredadas?

Viviana no dudó en preguntar lo que muchos sabían, pero pocos se atrevían a confirmar: “¿Has tenido problemas con adicciones?” a lo que Iván respondió con certeza y claridad: “Sí, claro, con el alcohol” mientras Gibelli le preguntó si esa lüchå también la había sufrido su padre: “También como mi papá”, agregó, haciendo alusión a un patrón que lo ha marcado.

A pesar del tono reflexivo de la entrevista, hubo un momento que conmovió especialmente a los espectadores. Tamayo confesó que su mayor deseo hoy es poder sentarse con sus hijos y hablar con ellos desde el corazón. “El alma no deja de anhelar… el cuerpo se debilita, pero el alma sigue deseando. El alma todavía desea. Un actor está hecho de los pedazos de otro hombre”, soltó, mezclando nostalgia con resignación.

Un actor hecho de errores, amor y cicatrices

Lejos de los reflectores y de los guiones de ficción, Iván dejó claro que la vida le ha dado papeles más difíciles que cualquier drama televisivo. En redes, sus declaraciones generaron reacciones divididas: algunos aplaudieron su franqueza, otros recordaron viejas polémicas con la madre de sus hijos, y no faltaron los que pidieron que “no se justifique” con palabras bonitas.

Hoy, Tamayo se muestra como un hombre en proceso, que carga con culpas, que reconoce sus fallas y que, sobre todo, aún tiene esperanzas. 

 

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