Un nuevo informe revela una alarmante serie de abusos en los centros de detención de inmigrantes en Estados Unidos, incluyendo muertes bajo custodia, agresiones físicas y sexuales, y condiciones de vida inadecuadas.
La investigación, realizada por la oficina del senador demócrata Jon Ossoff, documenta más de 500 denuncias creíbles de violaciones a los derechos humanos desde que Donald Trump asumió nuevamente el poder.
Según Univisión, aunque el informe confirma la muerte de inmigrantes bajo custodia, no especifica la cantidad exacta.
Los abusos fueron registrados en instalaciones del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), la Agencia Federal de Prisiones (BOP) y el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) en 25 estados, así como en bases militares.
Denuncias
El informe destaca 41 denuncias creíbles de agresiones físicas y sexuales en centros de detención, incluyendo incidentes en el Centro de Procesamiento del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en California y Texas.
Los detenidos reportaron ser golpeados por el personal y enfrentar represalias, como el aislamiento, tras denunciar abusos.
Un caso específico menciona a un inmigrante en El Paso que fue agredido físicamente por el personal por salir de la fila en el comedor.
Además, se documentan condiciones inhumanas, como la falta de acceso a alimentos y atención médica, lo que llevó a situaciones extremas de maltrato.
Mujeres y menores
El informe también revela que mujeres embarazadas y niños sufren abusos significativos bajo custodia. Se identificaron 14 casos de maltrato a mujeres embarazadas, algunas de las cuales no recibieron la atención médica necesaria y enfrentaron complicaciones graves.
Un caso impactante describe a una mujer que, tras un aborto espontáneo, fue dejada sola y sin asistencia médica durante más de 24 horas.
Asimismo, se registraron 18 informes de maltrato a niños, incluidos ciudadanos estadounidenses, quienes no recibieron la atención médica adecuada en situaciones críticas.
El senador Ossoff instó a los departamentos correspondientes a proporcionar más información y prometió continuar su investigación para garantizar la transparencia y proteger los derechos humanos.
La respuesta del gobierno
La secretaria adjunta del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Tricia McLaughlin, rechazó las afirmaciones sobre condiciones infrahumanas en los centros de detención de ICE, calificándolas de falsas.
En un correo electrónico a NBC News, aseguró que todos los detenidos reciben comidas adecuadas, atención médica y tienen la oportunidad de comunicarse con abogados y familiares.
McLaughlin destacó que, al llegar a un centro de detención, los inmigrantes son sometidos a exámenes médicos, dentales y de salud mental, además de contar con acceso a atención de emergencia las 24 horas.
A pesar de estas declaraciones, no es la primera vez que se denuncian abusos en estos centros. Varios congresistas expresaron su preocupación por las condiciones de los inmigrantes.
La congresista Debbie Wasserman Schultz, tras visitar un centro de detención en Florida apodado ‘Alligator Alcatraz’, comparó las condiciones de reclusión con un "campo de confinamiento", mencionando la falta de acceso real a abogados, las altas temperaturas, y la escasez de comida y atención médica.
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