La empresa Penske, encargada de alquilar camiones de mudanza, rechaza el uso no autorizado de sus camiones por parte de agentes federales.
La operación ocurrió durante una reciente operación migratoria en Los Ángeles, llamada Operación Caballo de Troya, suscitó controversia en la comunidad inmigrante.
Según la agencia EFE, la compañía de alquiler de vehículos emitió un comunicado en sus redes sociales, aclarando que no autorizó a su personal para participar en operativos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
La empresa enfatizó que sus camiones tienen prohibido transportar personas en el área de carga y solicitó al gobierno que detenga el uso indebido de sus vehículos en estas redadas.
Polémica
La polémica se desató tras una redada en un estacionamiento de Home Depot, donde agentes de la Patrulla Fronteriza detuvieron a 16 migrantes que ofrecían sus servicios como jornaleros.
Testigos informaron que el camión de Penske llegó al lugar y que el conductor, hablando en español, solicitó trabajadores antes de que los agentes migratorios descendieran para realizar los arrestos.
Este evento fue ampliamente compartido en redes sociales, generando indignación en las comunidades afectadas.
Voces en contra
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, criticó los operativos migratorios, señalando que desestabilizan familias y comunidades.
Su postura se alinea con una orden de un juez federal que prohíbe las detenciones indiscriminadas de migrantes en el sur de California.
Este incidente resalta las preocupaciones sobre la legalidad y la ética de las tácticas utilizadas en las redadas migratorias.
Especialmente el uso de vehículos civiles sin autorización, lo que podría llevar a un debate más amplio a nivel federal si otras empresas siguen el ejemplo de Penske.
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