Aunque su nombre se asocia al éxito y el glamour, Lewis Hamilton ha revelado el gran sacrificio que ha hecho por su carrera en la Fórmula 1. El piloto de Ferrari confesó haber tomado una decisión personal consciente: no tener una pareja estable durante esta etapa de su vida, priorizando completamente su dedicación a la pista.
En declaraciones al medio RTBF, Hamilton explicó su razonamiento: "Decidí aprovechar al máximo el tiempo que tengo aquí porque es más corto de lo que la gente piensa". Esta elección, tomada en su veintena, le ha permitido concentrarse en su rendimiento, sin querer arrepentirse ni sentir que pudo haber dado más.
La vida del británico es una constante búsqueda de la excelencia. Se define como un "adicto al trabajo", y su agenda está repleta de compromisos que van desde reuniones y filmaciones hasta largas horas en la fábrica de Ferrari. A sus 40 años, su principal objetivo es la victoria, y cree que su rendimiento depende de una concentración total.
Hamilton es transparente sobre su principal sueño: "ganar un título con Ferrari". El campeón confía en que el equipo tiene todos los elementos para lograrlo, y se ha enfocado en combinar esos ingredientes desde su llegada. Su incesante trabajo fuera de la pista es parte de esa ambición, que ha absorbido la mayor parte de su tiempo y energía.
A pesar de su enfoque en la victoria, el piloto también tiene un rol más amplio en la sociedad. Hamilton utiliza su plataforma para promover iniciativas sociales, filantrópicas y la diversidad en el automovilismo. Su legado, como él mismo ha señalado, no se trata solo de récords en la pista, sino de lo que puede aportar para abrir puertas a los menos afortunados.
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