Shohei Ohtani no solo juega béisbol; lo reinventa. El astro japonés ha logrado hazañas en la MLB que no se veían desde la era de Babe Ruth, consolidándose como el jugador bidireccional de élite que ha forzado a reescribir los libros de récords. Sus logros son una mezcla sin precedentes de poder ofensivo y dominio en el montículo, un palmarés imparable que define una carrera legendaria. Por ejemplo, en 2024, Ohtani se convirtió en el primer y único jugador en la historia de las Grandes Ligas en alcanzar la asombrosa marca de 50 jonrones y 50 bases robadas en una sola temporada, un hito que parecía impensable.
Su habilidad única como lanzador y bateador ha roto barreras históricas de la "Era Moderna". En 2022, logró una hazaña que permanecía dormida desde 1918, la última vez que Babe Ruth lo consiguió: registrar 10 o más victorias como lanzador y 10 o más cuadrangulares como bateador en la misma campaña. Ese mismo año, se convirtió en el primer jugador (desde 1903) en calificar simultáneamente para las tablas de clasificación de bateo y de lanzadores, alcanzando los umbrales estadísticos requeridos en ambas disciplinas. Además, es el único en la historia en superar la barrera de los 100 jonrones y los 500 ponches en su carrera.
Estos hitos no han pasado desapercibidos: Ohtani es el único jugador en la historia de la MLB en ser nombrado el Jugador Más Valioso (MVP) de su liga por decisión unánime en dos ocasiones (2021 y 2023), y el primer japonés en obtener el MVP de la Liga Nacional (2024), sumando este galardón a sus dos premios de la Liga Americana. Por sus logros extraordinarios, recibió en 2021 el Premio al Logro Histórico del Comisionado, un reconocimiento que subraya la singularidad de su desempeño en el béisbol.
Pero el fenómeno de Ohtani encontró su punto culminante y más reciente en la Postemporada de 2025. Los Angeles Dodgers avanzaron a la Serie Mundial por segundo año consecutivo, y el artífice principal de la barrida fue Ohtani, quien protagonizó una de las actuaciones individuales más alucinantes en la historia de los playoffs. El manager Dave Roberts lo designó como abridor y bateador designado para el decisivo Juego 4 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional (NLCS) contra los Milwaukee Brewers. Lo que siguió fue un dominio total: en el montículo, Ohtani trabajó por seis entradas impecables, permitiendo solo dos hits y recetando 10 ponches.
La verdadera explosión de récords llegó desde el plato. En la conclusión de la primera entrada, Ohtani pulverizó un envío para establecer un récord instantáneo: el primer jonrón abriendo el juego de un lanzador en la historia de la MLB (temporada regular o postemporada). La noche no terminó ahí, pues conectó dos cuadrangulares más, uno de ellos un misil de 469 pies, y se despidió del juego con una línea ofensiva de 3 hits en 3 turnos, todos jonrones.
Esta actuación sin precedentes le valió el premio al Jugador Más Valioso (MVP) de la NLCS y estableció una marca inexpugnable: Ohtani es el primer jugador en la historia de la MLB en conectar tres jonrones y ponchar a 10 bateadores en un mismo juego de postemporada, una gesta que resume la magnitud de un jugador que no tiene parangón en el béisbol.
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