Adela Noriega fue durante los años noventa y principios de los 2000 la actriz más reconocida de la pantalla chica mexicana. Si actuación en Quinceañera, Amor real y El privilegio de amar la consolidaron como una buena actriz, sin embargo, en 2008 tras trabajar en 'Fuego en la sangre' desapareció de la vida pública. Desde entonces no volvió a aceptar proyectos televisivos ni entrevistas, y poco a poco su figura se transformó en un enigma.
Lejos de apagarse, su retiro aumentó la curiosidad del público. Cada año, su nombre regresa a la conversación gracias a rumores, especulaciones y supuestas apariciones que la mantienen presente, a pesar de llevar casi dos décadas fuera de los foros de grabación.
Rumores, noticias falsas y el eco del misterio
La ausencia de Adela dio paso a versiones cada vez más sorprendentes. Algunos aseguraron que había sufrido una enfermedad grave, otros que se había mudado definitivamente a Estados Unidos para comenzar de nuevo, y no faltaron quienes afirmaron que había fallecido.
Este año circuló en redes sociales un video manipulado con inteligencia artificial anunciando su supuesta muerte por cáncer. El contenido, que imitaba el formato de un noticiero televisivo, encendió alarmas y generó miles de mensajes de despedida. Sin embargo, periodistas de espectáculos como Pepillo Origel y Martha Figueroa desmintieron de inmediato la noticia, explicando que se trataba de un montaje sin fundamento.
Testigos discretos y reapariciones fugaces
Pese a su silencio, la actriz no ha vivido completamente aislada. En varias ocasiones, vecinos y testigos han asegurado haberla visto en la Ciudad de México, sobre todo en la zona de Polanco, donde según lleva un estilo de vida discreto. Incluso se comentó que suele frecuentar algunos cafés de la zona y que luce prácticamente igual que en su época de mayor fama, solo con un aire más reservado.
El actor Mauricio Islas, quien compartió créditos con ella en El manantial, reveló haber tenido comunicación con la hermana de Adela quien le garantizó que se encuentra bien y en contacto con personas cercanas.
Vida privada y nuevos rumbos
Una de las razones por las que se dice que Noriega se apartó de la televisión fue para dedicarse a su familia y a proyectos personales fuera del medio artístico. Versiones de prensa señalan que se estableció entre Miami y la Ciudad de México, dedicándose al negocio inmobiliario, con inversiones en compra y renta de propiedades. Aunque ella jamás lo ha confirmado, periodistas especializados sostienen que ese giro profesional le permitió construir una vida estable sin depender del ritmo de las telenovelas.
En cuanto a su salud, durante años circularon rumores de que padecía cáncer. Sin embargo, su hermana desmintió esas versiones, aclarando que en algún momento enfrentó un problema renal, del cual se recuperó. La falta de declaraciones oficiales de la propia Adela alimenta las especulaciones, pero hasta ahora no existen pruebas de un padecimiento grave que explique su retiro.
El peso de un legado intacto
Mientras muchas de sus contemporáneas han seguido activas en televisión o redes sociales, Adela Noriega eligió el silencio. Esa decisión, lejos de borrarla de la memoria colectiva, la convirtió en una figura mítica.
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