Tim Curry no necesita estar de pie para volver a conquistar al público. El mítico intérprete, que marcó la cultura pop con personajes tan distintos como el siniestro payaso Pennywise en It o el excéntrico conserje del Plaza Hotel en Home Alone 2, reapareció recientemente en el marco del homenaje a The Rocky Horror Picture Show, cinta que lo inmortalizó en los años setenta.
A sus 79 años, el actor compartió con crudeza cómo lidia con secuelas de un suceso que sufrió hace más de una década, explicó que las secuelas siguen limitando su vida diaria: “Todavía no puedo caminar, por eso estoy en esta ridícula silla”, expresó durante el evento. Además, reveló que sus posibilidades de volver a cantar o bailar son prácticamente nulas, pues arrastra serias complicaciones en su pierna izquierda.
La enfermedad que transformó su trayectoria
El derrame cerebral de 2012 marcó un antes y un después en la carrera del actor. Hasta ese momento, Curry mantenía un ritmo intenso entre cine, televisión y teatro, pero el episodio lo obligó a detenerse de manera drástica. La rehabilitación fue larga y exigente, y aunque logró recuperar la voz uno de sus sellos característicos, la movilidad no ha vuelto a ser la misma.
Su vida artística cambió de escenario: dejó los papeles físicos y demandantes para refugiarse en proyectos de voz y grabaciones en estudio Este giro inesperado no borró su legado, sino que lo condujo a encontrar nuevas formas de permanecer activo dentro del mundo creativo.
El homenaje: un reencuentro con la memoria colectiva
El 50.º aniversario de The Rocky Horror Picture Show fue el pretexto perfecto para reunir a los seguidores de una obra que con el tiempo se convirtió en un fenómeno de culto. La ceremonia incluyó proyecciones, invitados especiales y, sobre todo, la presencia de Curry, quien fue recibido con una ovación que obligó a más de uno a contener las lágrimas.
Su aparición en silla de ruedas no disminuyó la emoción del momento. Al contrario, potenció la fuerza simbólica de un reencuentro que celebraba tanto la irreverencia de la película como la resistencia del actor.
Entre la vulnerabilidad y la gratitud
La actualización que ofreció Curry fue tan honesta como dolorosa. Reconoció que sus capacidades físicas están seriamente comprometidas y que las posibilidades de volver a cantar y bailar son prácticamente inexistentes. No obstante, lo dijo con humor, desdramatizando su propia fragilidad y demostrando una vez más esa cualidad única de transformar el dolor en ironía.
Curry tiene previsto publicar sus memorias en 2025 bajo el título Vagabond, un libro que promete revelar anécdotas íntimas, reflexiones sobre la fama y detalles de su vida personal que nunca antes había narrado.
Al mismo tiempo, continúa explorando trabajos de locución y pequeñas apariciones selectas en el cine y la televisión, recordando que su talento no está atado al movimiento, sino a la capacidad de emocionar. Su obra es ya patrimonio de la cultura popular y, pese a las cicatrices que dejó la enfermedad, Tim Curry se mantiene como un artista que inspira.
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