Un joven venezolano, de 28 años de edad, relató la pesadilla que vivió tras ser encerrado por las autoridades migratorias de Estados Unidos, en la cárcel conocida como Alligator Alcatraz.
Óscar Ávila llegó a ese país como parte del parole humanitario, en el año 2022. Sin embargo, las autoridades de la Patrulla de Carreteras lo detuvieron y procesaron como si se tratara de un inmigrante ilegal.
El día de su arresto, funcionarios lo abordaron y solicitaron que bajara los cuatro vidrios de las ventanas de su vehículo. Luego, un oficial lo detuvo, supuestamente, debido a que los cristales del automóvil eran muy oscuros.
A pesar de aquella afirmación, cuando el venezolano preguntó los motivos de su detención, el funcionario le aseguró, sin pruebas, que había conversado con el departamento de Migración, el cual habría informado que su estatus migratorio había expirado.
El venezolano tiene TPS vigente hasta 2026
El joven de 28 años entró a ese país en 2022 con un parole humanitario. Su tío dijo a Telemundo que se encargó de patrocinar a Óscar para el permiso de estadía.
Luego, tras vencerse el documento, aplicó al estatus de protección temporal TPS, el cual aún está vigente y tiene una fecha de vencimiento de octubre de 2026.
"Estaba viviendo prácticamente una pesadilla y desde el momento en que ya estaba ahí, me estaba dando cuenta y sentía que estaba en el lugar equivocado", relató Óscar tras ser liberado.
Ya en libertad, junto a su familia, intenta superar cada segundo de los cinco días que estuvo bajo arresto en la cárcel del ICE.
“Todo parecía una cárcel de máxima seguridad. Me entregan el uniforme del centro de detención, que es de color naranja, y ya hasta que nos procesaron, nos meten a las celdas no nos entregan más nada”, relató el joven.
Asimismo, detalló que los mantenían enclaustrados en un espacio con bajas temperaturas. “Lo mantenían siempre muy frío”, dijo.
"Nos trataron como criminales"
Describió que estaban obligados a vivir en espacios reducidos con varias personas y poca privacidad, incluso para los baños. “Son celdas de hasta 32 personas que, casi siempre, en todo momento están llenas y, simplemente, son tres cubículos que no tienen ningún tipo de pared, de cubierta”, comentó.
También reveló que “podía ducharme un solo día, una vez que pasa una sección, no hay ningún tipo de limpieza”.
En cuanto a la comida, el venezolano reveló que se trata de alimentos procesados y casi todos los recipientes son desechables. Los detenidos no pueden llevarse nada a las celdas y son requisados al entrar y salir.
“Nos trataban como criminales”, manifestó Óscar.
El joven migrante sigue a la espera de una respuesta o disculpa por parte de las autoridades por los momentos de incertidumbre y sufrimiento. “Hasta el momento que salí, ni siquiera tengo una carta o algo que demuestre como que mira nosotros te detuvimos, tú pasaste por toda esta situación y nosotros nos equivocamos contigo”, afirmó.
Mantente informado en nuestros canales de WhatsApp, Telegram y YouTube