Se ha dado a conocer que la Corte Suprema de Estados Unidos ha dado un fallo que beneficia a la política antiinmigrantes de la Administración de Trump, esto a pesar de que -a finales de julio- una corte de apelaciones había confirmado que se trataba de una práctica ilegal.
Estamos hablando de que el máximo tribunal estadounidense concluyó que los agentes de inmigración pueden detener a personas “sospechosas” de estar en el país sin documentos.
Lo cual suspende una orden temporal que impedía arrestos basados en prejuicios raciales o sin una causa razonable, en Los Ángeles y otros seis condados de California:
Más específicamente, se indicó que la Agencia Federal de Inmigración y Refugiados (ICE) ya no podría realizar detenciones que estuviesen motivadas en cuatro factores:
- El origen étnico de la persona
- Que hable español o inglés con acento extranjero.
- Su ocupación.
- el hecho de que se encuentre en lugares como una parada de autobús, un lavadero de autos, una granja o una ferretería.
De hecho, la jueza de distrito estadounidense Maame E. Frimpong, en Los Ángeles, hizo referencia a múltiples pruebas que demostraban que las tácticas de control violaban la Constitución, luego un tribunal de apelaciones mantuvo vigente el fallo de Frimpong.
Pero, ahora esto ha quedado sin efecto.
Nueva decisión
Resulta que, con seis votos a favor y tres en contra, la Corte Suprema se puso del lado del Gobierno de Donald Trump, reactivando las redadas migratorias en Los Ángeles basadas simplemente en la apariencia de las personas, el idioma que hablan o el trabajo que realizan.
En la orden que concede la suspensión, la mayoría del tribunal escribió que el gobierno a veces realiza detenciones para verificar el estatus migratorio de personas que trabajan en empleos de jardinería o construcción, entre otros “que a menudo no requieren papeleo y por lo tanto son atractivos para inmigrantes ilegales; y que no hablan mucho o nada de inglés”.
Además, destacaron que las detenciones de inmigrantes basadas en sospechas razonables de presencia ilegal han sido un componente importante de la aplicación de la normativa migratoria estadounidense durante décadas, a lo largo de varias administraciones presidenciales.
Reacciones
La administración Trump celebró el fallo, y Pam Bondi, la fiscal general, lo describió como una “victoria masiva”.
El gobernador de California, Gavin Newsom, condenó la decisión y escribió que la administración tenía en la mira a los latinos y que “la fuerza policial privada de Trump ahora tiene luz verde para perseguir a su familia”.
La decisión también fue condenada por la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass , quien dijo que "no es sólo un ataque a la gente de Los Ángeles, es un ataque a cada persona en cada ciudad de este país".
Por su parte, la ACLU del sur de California lo calificó de “revés devastador”. Sin embargo, aseguran que no van a darse por vencidos.
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