Desde el domingo 1 de junio inicia una intensa temporada de huracanes en Estados Unidos (EEUU), a los expertos les preocupa los recortes masivos al sistema federal que pronostica, rastrea y responde a estos fenómenos.
Según una publicación de AP, esta situación podría afectar la preparación del país, por las grandes reducciones de personal, las restricciones de viaje y capacitación, y los cortes de subvenciones.
Estas medidas han sido impuestas desde que el presidente Donald Trump asumió el cargo, lo que ha afectado tanto a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) como a la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA).
"Mi pesadilla es una gran tormenta catastrófica en un área que se tambalea por el impacto de toda esta tontería de la administración Trump y que la gente muera", señaló Susan Cutter, directora del Instituto de Investigación de Riesgos y Vulnerabilidad de la Universidad de Carolina del Sur.
¿Cómo han afectado los recortes a FEMA y NOAA?
Unos 2.000 empleados a tiempo completo han dejado FEMA desde enero, una pérdida de aproximadamente un tercio de la fuerza laboral de la agencia. Esto se debe a los recortes ordenados por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
Los académicos que estudian la gestión de emergencias están preocupados por la "fuga de cerebros" de personal experimentado.
Muchos de los trabajadores que se fueron estaban en posiciones críticas de gestión, lo que debilita la capacidad de respuesta. La agencia está dirigida por un jefe interino sin experiencia en desastres.
FEMA también canceló varios entrenamientos de gestión de emergencias y restringió viajes a eventos clave. Aunque algunos entrenamientos se han reanudado, existe la posibilidad que se cancelen algunas capacitaciones importantes.
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