Alligator Alcatraz, el polémico centro de detención para inmigrantes en Florida, vuelve al centro del debate tras la deportación de Fernando Artese, un ciudadano con doble nacionalidad argentina e italiana que había sido arrestado por estar en Estados Unidos con una visa vencida desde hace más de una década.
Artese fue enviado en un avión rumbo a Roma la noche del miércoles, según confirmó su esposa Mónica Riveira a CNN. Minutos antes del despegue, la mujer pudo conversar brevemente con él por teléfono desde la aeronave.
El caso ha generado controversia por tratarse de un hombre sin antecedentes penales, con una vida estable en el país y propietario de una pequeña empresa.
Diez años en situación irregular
Artese llegó a Estados Unidos en 2014 con una autorización ESTA que le permitía una estadía legal por 90 días, gracias a su pasaporte italiano.
Sin embargo, no renovó su estatus ni salió del país, por lo que quedó en situación migratoria irregular desde entonces. Su esposa y su hija se unieron más tarde bajo una visa de estudiante que sí les permitió residir legalmente.
El arresto ocurrió el 26 de junio durante una parada de tráfico, cuando las autoridades descubrieron que Artese conducía con una licencia vencida y sin papeles válidos de residencia.
Según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), también tenía una orden de arresto pendiente por no presentarse ante un tribunal, aunque CNN no encontró antecedentes penales ni en Estados Unidos ni en Argentina.
“No son criminales, son trabajadores”
Riveira denunció que su esposo fue tratado como un delincuente pese a que su único “delito” fue exceder una visa. “Fernando montó una empresa, prosperó y aportó al país”, afirmó.
También cuestionó el trato que reciben muchos inmigrantes en “Alligator Alcatraz”, a quienes describe como trabajadores en busca de una mejor vida.
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