En esta oportunidad estamos hablando sobre la denuncia de un venezolano llamado Ignacio Carlos Gómez Sosa, inmigrante que se encontraba viviendo en Utah, Estados Unidos (EEUU) y que tras aceptar una propuesta de empleo ha quedado atrapado en una isla que se encuentra en medio del Océano pacífico.
Han pasado dos años desde que Gómez espera poder salir de Samoa Americana, pero su estado migratorio se encuentra en un limbo jurídico que ha sido imposible resolver.
Gómez ha relatado a través de una serie de videos en su cuenta en Instagram, @ignag1, que viajó desde Salt Lake City, Utah, donde vivía legalmente como solicitante de asilo desde 2018.
Esto tras aceptar una propuesta laboral en el sector de la construcción relacionada con un tipo de congregación o institución religiosa.
No se le reconoce como residente, pero tampoco se le permite la deportación.
Gómez quiere volver a EEUU, en dónde hace ocho años decidió que sería su hogar, durante seis años vivió bajo los términos de la ley.
¿Qué sucedió?
En su primer video data del 23 de septiembre de 2024.
Indica que le ofrecieron trabajo en un templo en Samoa, en el que se le aseguró que no había ningún problema con su estatus de asilado ya que era un territorio americano y que iba a poder regresar con normalidad con sus papeles.
Llegó a la isla alrededor del 4 de enero y trabajó sin inconvenientes, sin embargo, su calvario inició al terminar su contrato en marzo del mismo año, no le permitió abordar el vuelo, no le aceptaron los papeles, inmigración no le permitió abordar.
La empresa de construcción le indicaron que le permitirían trabajar mientras se resolvía la situación, sin embargo, un mes después denunció que empezaron a acosarlo, amenazarlo y abusar de sus derechos humanos.
Lo dejaron sin trabajo, fue al aeropuerto a pedir la deportación, pero le dijeron que no le pueden deportar.
Por ser ciudadano venezolano las autoridades de EEUU aseguran que no pueden hacer nada.
Aun así, Gómez manifestó que tenía mucho miedo de regresar a Venezuela, prefería regresar a USA y que “lo metieran preso” que quedarse en esa isla.
De igual forma, debido a que su pasaporte venezolano está vencido, tampoco puede regresar a Venezuela.
En la actualidad
Actualmente, en videos más recientes, el hombre sigue pidiendo algún tipo de solución a su encierro, pide un juicio, un juez de inmigración, se pregunta porque nadie levanta la voz por él.
En la cuenta de @uthazolanos reiteran que Gómez no se le permite trabajar. Se ha quedado casi sin ningún recurso económico, pero eso es en lo que menos se enfoca el pedido del venezolano, ya que luego de dos años solo está enfocado en obtener una salida.
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