Los alimentos ultraprocesados son productos industriales que contienen ingredientes artificiales como colorantes, saborizantes, conservantes y otros aditivos químicos. Suelen ser ricos en azúcares, grasas saturadas y sodio, y carecen de nutrientes esenciales como fibra, vitaminas y minerales. Estos alimentos están diseñados para ser altamente sabrosos y adictivos, lo que favorece su consumo excesivo.
Su ingesta frecuente se asocia con un mayor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. Además, pueden alterar la microbiota intestinal y generar inflamación crónica en el cuerpo. También afectan la salud mental, ya que algunos estudios vinculan su consumo con síntomas de depresión y ansiedad. A nivel social, fomentan malos hábitos alimentarios desde edades tempranas y desplazan el consumo de alimentos frescos y naturales.
Adiós a la comida chatarra
Según estudios realizados por el Hospital Johns Hopkins, el consumo frecuente de perros calientes y otros alimentos ultraprocesados puede tener efectos negativos significativos en la salud. Estos productos suelen contener altos niveles de sodio, grasas saturadas, aditivos y conservantes como los nitritos, los cuales, como mencionamos al comienzo de este artículo, han sido asociados con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer.
Una publicación del Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health destaca que los alimentos ultraprocesados pueden alterar el metabolismo, promover la inflamación crónica y contribuir al aumento de peso. Esto se debe a que estos alimentos carecen de fibra, vitaminas y minerales esenciales, y su alto contenido calórico suele ir acompañado de bajo valor nutricional.
Además, estudios advierten que consumir regularmente carnes procesadas como los perros calientes se relaciona con un mayor riesgo de mortalidad prematura. En el análisis, se observó que las personas que consumían mayores cantidades de alimentos ultraprocesados tenían un 29% más de probabilidad de morir de forma prematura, comparado con quienes los evitaban o consumían en menor cantidad.
Al igual que los perros calientes, el Hospital Johns Hopkins considera alimentos ultraprocesados aquellos productos listos para consumir, como refrescos, cereales azucarados, snacks y comidas rápidas.
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