El actual campeón de la NBA, el Oklahoma City Thunder, ha enviado un contundente mensaje al universo del baloncesto al asegurar la continuidad de su estrella, Shai Gilgeous-Alexander, con un contrato sin precedentes. Este acuerdo, valorado en 285 millones de dólares, establece un nuevo hito como el más lucrativo en la historia de la liga.
La magnitud de esta firma subraya la creciente tendencia de las franquicias de la NBA a invertir cifras astronómicas en su talento principal. A pesar de otros acuerdos importantes en el pasado reciente, como la extensión de Jayson Tatum con los Celtics, el Thunder ha reescrito los libros de récords con esta maniobra audaz.
La negociación se concretó tras una temporada estelar para Gilgeous-Alexander, quien no solo lideró al Thunder a su segundo título, sino que también se alzó con los premios MVP de la temporada regular y de las Finales. Su promedio de más de 30 puntos por partido fue una fuerza imparable.
Este contrato garantiza que el joven base de 26 años continuará siendo la piedra angular del proyecto del Thunder. La directiva busca consolidar la dinastía recién iniciada, confiando en su liderazgo para mantener la competitividad en las próximas campañas.
La cifra del acuerdo de Gilgeous-Alexander empequeñece incluso los salarios máximos históricos de leyendas como Michael Jordan, quien en su punto más alto recibió 33.1 millones de dólares en la temporada 1997-98. Este nuevo contrato ilustra la evolución económica del baloncesto profesional.
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