Durante 2025, los Estados Unidos han registrado un incremento en los brotes de rabia entre animales silvestres. Esta situación ha llevado a las autoridades sanitarias a intensificar la vigilancia y reforzar las campañas de prevención para reducir el riesgo de contagio a la población humana.
La información fue extraída del portal web de Infobae, que recoge datos oficiales y entrevistas con expertos en el tema.
El aumento de casos se relaciona con áreas donde habitan especies como mapaches, zorrillos, zorros y murciélagos, identificadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) como los principales reservorios y transmisores del virus.
Los brotes recientes han provocado que algunos condados adopten medidas de emergencia sanitaria para contener la dispersión de la enfermedad.
Vigilancia y brotes activos en diversas regiones
Hasta principios de septiembre de 2025, el CDC ha reportado 15 brotes activos de rabia en fauna silvestre a nivel nacional, aunque indican que la cifra podría ser mayor debido a reportes locales y estatales no centralizados.
Por ejemplo, el Departamento de Salud del condado de Nassau declaró una alerta pública tras detectarse un incremento significativo en casos en comparación con años previos.
En respuesta, se reactivaron programas de vacunación oral para animales salvajes con el fin de controlar los focos de infección.
Aaron Glatt, jefe de enfermedades infecciosas en Mount Sinai South Nassau Hospital, señaló a Fox News: “Afortunadamente, solo se reportan unos pocos casos humanos anuales, y existe una vacuna efectiva que se aplica tras una mordedura en riesgo.”
Animales transmisores y medidas preventivas
Los CDC reportan que los murciélagos son el principal vector del virus en todo el país, seguidos por los mapaches en el este, los zorrillos en el centro y oeste y los zorros en el suroeste y Alaska.
“Cada uno de estos reservorios puede provocar brotes específicos con variantes del virus de distribución acotada”, explicó un vocero del CDC. La enfermedad se transmite a las personas principalmente por mordeduras o arañazos de animales infectados.
Las autoridades insisten en evitar el contacto con vida silvestre y mantener actualizadas las vacunas de perros y gatos. Anualmente, se distribuyen más de 10 millones de cebos con vacuna oral en zonas de alto riesgo como parte de la estrategia para contener la rabia.
Alyssa Zohrabian, directora de comunicaciones del Departamento de Salud de Nassau, enfatizó que estas acciones buscan eliminar la rabia terrestre tras haber sido controlada en campañas anteriores.
En caso de mordeduras o exposiciones, los protocolos sanitarios incluyen la limpieza inmediata de la herida y la consulta médica para determinar la necesidad de profilaxis posexposición, que consiste en la administración de vacuna y anticuerpos neutralizantes.
El virus, que afecta el sistema nervioso y tiene alta letalidad si no se trata a tiempo, mantiene a las agencias de salud en constante monitoreo.
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