La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, firmó un memorando que asigna hasta 600 agentes especiales del Servicio de Seguridad Diplomática del Departamento de Estado en todo el país para asistir en el arresto y deportación de inmigrantes indocumentados.
Esta medida busca fortalecer las deportaciones masivas y facilitar la detención de aquellos inmigrantes que hayan cometido delitos, reseña la web AS.
“No hay duda de que bajo la presidencia de Trump, el Departamento de Seguridad Nacional utilizará todas las herramientas y recursos disponibles para proteger nuestra frontera y expulsar a los inmigrantes ilegales que cometen delitos. La seguridad de los ciudadanos estadounidenses es lo primero”, afirmó Noem.
Anteriormente, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) había designado personal del Servicio de Impuestos Internos (IRS) y del Departamento de Justicia (DOJ) para colaborar en las acciones de control de inmigración.
El DHS subrayó que estas delegaciones son esenciales para proporcionar a las fuerzas del orden los recursos necesarios para cumplir con la promesa de Trump de llevar a cabo deportaciones masivas.
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