Un grupo de 80 migrantes ecuatorianos fueron deportados de Estados Unidos bajo las nuevas políticas migratorias de Donald Trump.
Durante el proceso, algunos de ellos denunciaron haber sido arrestados, esposados y golpeados por agentes policiales, para luego ser trasladados en vuelos militares.
Según un reporte de Tele Amazonas, un joven de 23 años identificado como Felipe, relató que llegó a Estados Unidos antes de la toma de posesión del nuevo presidente.
Ante la incertidumbre sobre su situación migratoria, se entregó voluntariamente a las autoridades.
Una travesía tortuosa
Otro caso es el de Maribel, una joven de 24 años que emigró en mayo de 2024. En su travesía, fue secuestrada en México y su familia tuvo que pagar un rescate de más de 14.000 dólares para liberarla.
Al llegar a Estados Unidos, Maribel se entregó a las autoridades tras no obtener respuesta a sus solicitudes de asilo.
A pesar de las dificultades, ambos migrantes afirmaron que no tienen intención de regresar a Estados Unidos, a diferencia de otros deportados que expresaron su deseo de volver a intentarlo.
Estas deportaciones se enmarcan en una nueva ola impulsada por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) tras la llegada al poder de Donald Trump, cuya campaña se caracterizó por un discurso antiinmigrante.
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