Los migrantes latinoamericanos que buscan asilo en Estados Unidos enfrentan un control riguroso durante sus procesos migratorios, donde la colocación de grilletes electrónicos en el pie, se ha convertido en una práctica común. Esta medida, aplicada para asegurar la comparecencia a futuras citas, provoca en muchos solicitantes sensaciones de humillación y estigmatización.
Los solicitantes de asilo refieren que el dispositivo, visible y restrictivo, limita su movilidad y afecta su vida diaria, además de generar un impacto emocional debido a su carácter notorio y estigmatizante.
Carlos, solicitante de asilo de El Salvador, quién resguardo su apellido para no afectar su proceso, narró su experiencia:
“En la cita me explicaron que era un monitoreo GPS para asegurar que no faltara a las audiencias, pero me sentí muy humillado usando el grillete visible en público”, expresó el migrante salvadoreño.
Declaración del ICE sobre el uso de grilletes
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha declarado que el programa de Alternativas a la Detención, que incluye el uso de grilletes electrónicos, es una herramienta para garantizar el cumplimiento de las condiciones de liberación y la asistencia a citas judiciales. Según ICE, esta medida permite un monitoreo efectivo de personas con casos migratorios pendientes y representa una opción menos costosa comparada con la detención física. ICE indicó que actualmente más de 29,000 migrantes en todo el país portan estos dispositivos y que se utiliza tecnología GPS para asegurar su localización.
Visión de organizaciones defensoras
Organizaciones que defienden los derechos de los migrantes califican esta práctica como una "jaula digital" que, aunque funcional para el control, supone un trato humillante y una forma de deshumanización. Expresan preocupación por el impacto psicológico que genera en las personas, quienes a menudo sufren estigmatización social y dificultades para realizar actividades cotidianas con normalidad. Además, advierten que, en muchos casos, el uso de estos dispositivos se aplica sin un análisis riguroso de la verdadera necesidad, contribuyendo a una carga adicional para quienes ya enfrentan procesos legales complejos y emocionalmente desgastantes.
Amnistía Internacional, tras una investigación en la que entrevistó a personas solicitantes de asilo, recogió declaraciones sobre el impacto de estas medidas. Una mujer migrante solicitante de refugio relató:
“Me pusieron un grillete en la pierna tras mi cita con las autoridades migratorias. Sentí que me estaban marcando y que perdí parte de mi dignidad. El aparato me causaba dolor por el roce y vergüenza de que alguien me lo viera”, expresó la migrante que resguardo su identidad.
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