Desde este martes, el estado de Texas prohibió oficialmente el uso de placas temporales de cartón en la venta de vehículos, reemplazándolas por placas metálicas con códigos de seguridad que buscan frenar el fraude vehicular y mejorar el control estatal.
Según reportó el medio El Mañana, esta medida responde a la entrada en vigor de la Ley 718, firmada hace dos años por el gobernador Greg Abbott, con el objetivo de desmantelar una red de falsificadores que ha generado pérdidas millonarias al estado.
Un fraude que costó casi un billón de dólares
“Es algo que se necesitaba desde hace varios años, pero por ahorrar dinero, el gobierno estatal no había puesto más atención a este problema hasta que se dieron cuenta que ha costado casi un billón de dólares en fraudes”, declaró Patricia Barrera, asesora colectora de impuestos en el condado de Webb.
Barrera explicó que la falsificación de placas de cartón se había convertido en una práctica común, con ventas ilegales a través de internet y participación de loteros sin escrúpulos.
En el condado de Harris, incluso se detectó que un vendedor de autos emitió más placas de cartón que las propias agencias de vehículos nuevos.
¿Qué cambia con la nueva ley?
Con la implementación de la HB 718, los concesionarios están obligados a entregar placas metálicas oficiales del Departamento de Vehículos Motorizados de Texas (DMV) al momento de la venta.
Estas placas, que tienen un costo de 10 dólares, sustituyen a los permisos temporales de papel con vigencia de 30 días.
La legislación, impulsada por el representante estatal Craig Goldman, busca garantizar que todos los vehículos vendidos sean registrados correctamente y que las placas estén vinculadas a propietarios verificables, dificultando su falsificación.
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