El consumo de lácteos es recomendado por los médicos desde la infancia, pues reconocen que son buenos para la salud de los huesos, dientes y músculos, e incluso ayudan a incrementar los niveles de energía y hasta a mantener una mente activa .
Estos alimentos son mucho más que calcio, refieren expertos, ya que la leche, el queso, yogur y otros productos lácteos aportan múltiples nutrientes esenciales para la buena salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el consumo de proteínas diarias y los productos lácteos son ricos en proteína de alta calidad. Éstos destacan como una fuente ideal de proteína que además ayuda a controlar la ingesta de grasas saturadas, promueven saciedad y ayudan al control de peso.
¿Por qué incluir los lácteos a la dieta?
Estos productos aportan nutrientes importantes a la dieta diaria como, proteína, calcio, vitaminas A, D y B12, riboflavina, fósforo, potasio y magnesio.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura destaca que, los lácteos ayudan a las personas a satisfacer las necesidades corporales de calcio, magnesio, selenio, riboflavina, vitamina B12 y ácido pantoténico.
Además, experto en nutrición, doctor Vimal Karani señala que, “tomar más de 500 g diarios de leche, yogur y queso reduce el azúcar sin engordar”.
El secreto
El experto y un equipo de trabajo de la Universidad de Reading realizaron una investigación basada en las dietas que solo incluyen las plantas entre sus alimentos, pero, además, incorporaron productos lácteos, arrojando que de esta manera funcionaron mejor. También, concluyeron que en comparación con una dieta vegana total, esta dieta logra controlar los niveles de azúcar en sangre, refiere el sitio web El Español.
Aunque se trata de un pequeño estudio, Karani explica que quienes consumen lácteos tienen diferentes sustancias beneficiosas en la sangre. “Esta podría ser la razón por la que su nivel de azúcar en sangre se mantiene más estable a lo largo del día”.
Además, “los análisis de sangre mostraron que el grupo que sí consumía lácteos tenía niveles más altos de acetil carnitina, un compuesto que ayuda a las células a usar la grasa como fuente de energía y reduce el estrés oxidativo, es decir, el daño celular que puede ocurrir cuando los niveles de azúcar en sangre son demasiado elevados. Este efecto protector podría explicar por qué el grupo de lácteos mantuvo niveles de azúcar en sangre más bajos y estables”; logrando un impacto positivo en el metabolismo de estas personas.
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