LeBron James activó su opción de jugador para la temporada 2025-2026, asegurándose unos $52.6 millones de dólares más con la camiseta de los Lakers. Pero este es el punto clave: ese acuerdo es el último año garantizado de la Leyenda. La jugada más impactante es que, por primera vez desde su llegada en 2018, la gerencia angelina no le ofreció ni pensó en una extensión más allá de ese año.
La decisión de no extender a LeBron no es casualidad; es la bandera de un cambio de rumbo total en la franquicia. Con la llegada estelar de Luka Dončić, la organización está reestructurando todo el equipo y sus finanzas para ponerlo en órbita alrededor del esloveno, viéndolo ya como el nuevo rostro indiscutible del futuro púrpura y oro.
Rob Pelinka, el Gerente General, no se anduvo con rodeos. Declaró que el proceso de armar la plantilla 2025-2026 fue "muy intencional" y diseñado para dar herramientas tanto a Luka como a LeBron, aunque la visión de largo plazo está sellada con Dončić. Esto deja al 'Rey', que cumplirá 40 años, en una situación extraña: ya no es el centro gravitacional del ataque, a pesar de que sus números de la temporada pasada (24.4 puntos, 7.8 rebotes y 8.2 asistencias) prueban que sigue siendo un jugador de élite.
¿Y qué dice la leyenda? James ha sido claro: el retiro "viene, pero aún no está aquí", lo que sugiere que tiene pensado seguir jugando más allá de 2026, y no necesariamente con el uniforme de Los Ángeles, quizás buscando una "gira de despedida". Mientras tanto, Pelinka, con elegancia, afirmó que a la gerencia "le encantaría que la historia de LeBron fuera que se retiró como jugador de los Lakers", aunque enseguida reconoció el "derecho absoluto" del jugador a dictar su final.
La palabra final la tendrá él. James tiene una cláusula que le permite vetar cualquier traspaso hasta el final de su contrato, manteniendo su destino bajo control absoluto. Su agente, Rich Paul, fue enfático al señalar que el objetivo primordial de LeBron es competir por un campeonato, un factor que será la brújula principal en su decisión final como agente libre.
A todo este drama contractual se suma el factor sentimental de Bronny James. Los Lakers seleccionaron a su hijo en el Draft, cumpliendo ese sueño de jugar juntos. Aunque Bronny es una apuesta a futuro con potencial defensivo y su rol en la rotación es secundario, su presencia asegura que este último año garantizado de LeBron en L.A. estará cargado de un significado familiar que va más allá de los títulos y las estrategias gerenciales.
La temporada 2025-2026 se perfila oficialmente como la última bajo contrato para LeBron James en Los Ángeles. La franquicia ha virado su estrategia hacia Luka Dončić, obligando al "Rey" a tomar una decisión trascendental en la primavera de 2026 sobre si continuará su carrera en otro equipo como agente libre, o si honrará los deseos de la franquicia y se retirará con el uniforme púrpura y oro.
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