El fútbol argentino y sudamericano despidió a uno de sus hombres más respetados: Miguel Ángel Russo. Fallecido a los 69 años este 8 de octubre de 2025, el DT deja tras de sí una carrera de décadas marcada por la discreción, el trabajo duro y, sobre todo, una entereza inquebrantable frente a la adversidad. Russo fue un estratega formado en la vieja escuela, que privilegiaba la disciplina y el manejo de grupo por encima de las estridencias.
Miguel Ángel Russo como jugador
Russo se hizo un nombre en los años 70 y 80 en el mediocampo de Estudiantes de La Plata. Allí, se forjó bajo el rigor táctico de la escuela platense, que valoraba la inteligencia posicional y el liderazgo en la cancha. Como capitán, demostró una seriedad que luego trasladaría al banquillo, forjando su reputación como un hombre de pocas palabras, pero de férreas convicciones.
Un campeón inmortal y el amor por el banquillo
Como director técnico, Russo se instaló en el panteón de los grandes con logros que hoy son historia pura. Su huella se extendió por múltiples clubes, demostrando ser un estratega consistente: en 2005, conquistó el Torneo Clausura con Vélez Sarsfield, afianzando su capacidad de ganar títulos de liga. Sin embargo, su leyenda continental se selló en 2007, al guiar a Boca Juniors a la conquista de la Copa Libertadores de América. Este logro le dio un estatus de inmortalidad, pues fue, hasta su fallecimiento, el último técnico en darle ese trofeo continental a la institución Xeneize.
A pesar de sus éxitos en Buenos Aires, su amor por Rosario Central fue incondicional; el club rosarino fue su casa recurrente y el que le profesó un cariño inquebrantable. Además, llevó su éxito fuera de Argentina, logrando ser campeón en Colombia con Millonarios en 2017.
La humanidad en el banquillo
Su última etapa profesional fue definida por su valentía. Tras ser diagnosticado con cáncer en 2017, Russo enfrentó la enfermedad sin estridencias, regresando al ruedo incluso en sus momentos más delicados. Su lucha contra la enfermedad se convirtió en un testimonio de resiliencia. En un ambiente futbolístico a menudo dominado por el ego, Russo se destacó por su calidad humana y su bajo perfil. Consiguió que rivales históricos y clubes de distintos países le rindieran homenaje, lo cual es el mayor indicador de su respeto profesional y personal. Se fue un estratega clave de la historia del fútbol, pero su legado más valioso es el de un caballero que nunca se rindió y que le recordó al fútbol que, ante todo, la vida es lo primero.
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