La Major League Soccer (MLS) ha confirmado este viernes una decisión que sorprende al mundo del fútbol: Lionel Messi y Jordi Alba han sido suspendidos. La razón es su ausencia en el reciente All-Star Game, lo que les impedirá estar presentes en el vital encuentro del Inter Miami de este sábado contra el FC Cincinnati.
La liga fundamentó su medida en una regla interna que establece que "cualquier jugador que no participe en el All-Star Game sin la aprobación previa de la liga no podrá competir en el siguiente partido de su club". Esta normativa, ahora en el centro de la polémica, fue aplicada sin excepciones a las dos estrellas de Las Garzas.
Don Garber, comisionado de la MLS, reconoció la dificultad de la decisión, pero defendió la aplicación de la política. Sin embargo, adelantó que la reglamentación será "revisada detenidamente de cara al futuro", comprometiéndose a trabajar con los jugadores para adaptarla. Garber también expresó su respeto y admiración por el compromiso de Messi con el Inter Miami.
La ausencia de Messi, quien venía de disputar nueve partidos consecutivos en 35 días, respondía a una necesidad de descanso crucial para evitar sobrecargas y lesiones. El agotador calendario del Inter Miami, incluyendo el Mundial de Clubes y la inminente Leagues Cup, llevó al cuerpo técnico a priorizar la recuperación del astro argentino, que a sus 38 años es el máximo goleador de la MLS con 18 tantos.
Esta suspensión llega en un momento clave para el Inter Miami, que se enfrenta al líder de la Conferencia Este, FC Cincinnati, en un duelo donde buscan recortar la diferencia de siete puntos. La ausencia de Messi, vital para el equipo de Javier Mascherano, añade un desafío extra antes de un exigente calendario de cuatro partidos en solo 12 días.
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