Pizarra táctica de Pep Guardiola: cómo el Manchester City ha dominado la Premier League

El dominio del Manchester City no es casual, sino la estricta aplicación de una filosofía de control posicional y fluidez que transforma a futbolistas en una máquina de precisión.

Domingo, 28 de septiembre de 2025 a las 11:15 am
Pizarra táctica de Pep Guardiola: cómo el Manchester City ha dominado la Premier League

La dominación del Manchester City en la Premier League con Pep Guardiola al mando no es obra de la casualidad, es más bien el resultado de llevar al extremo su famosa filosofía táctica, el "Juego de Posición". Guardiola tomó un equipo con talento y lo convirtió en una auténtica máquina de precisión que controla el espacio, el tiempo y el ritmo del partido. En pocas palabras, ha subido la vara en Inglaterra.

La geometría sagrada

La base de la pizarra de Guardiola es tener el balón, pero no por presumir. La posesión es una herramienta para controlar dónde se juega y tener siempre más gente que el rival en zonas clave. El objetivo principal es garantizar que, en cualquier parte de la cancha, el City tenga superioridad numérica y que los jugadores estén colocados en posiciones que permitan avanzar la pelota.

El sistema se basa en crear constantemente triángulos y figuras geométricas entre los jugadores. Esto significa que siempre hay varias líneas de pase abiertas, haciendo que sea casi imposible para el rival robar el balón sin cansarse o cometer una falta. En este complejo esquema, el mediocentro defensivo (casi siempre Rodri) no solo reparte balones; actúa como un metrónomo que asegura que el equipo se mantenga unido y marca el ritmo de juego.

La 'jaula' de presión asfixiante

En el sistema de Guardiola, defender es tan importante como atacar, bajo la regla de oro: la mejor defensa es tener el balón. Pero cuando se pierde, la reacción del equipo es inmediata y brutal, algo que se conoce como Presión Post-Pérdida.

Esta presión asfixiante es la clave de la intensidad del City. Justo al perder la pelota, el equipo se lanza al instante a recuperarla en los primeros seis segundos. Esto evita que el rival pueda armar un contraataque y permite al City seguir jugando cerca de la portería contraria. Además, el equipo juega con la línea defensiva muy adelantada, lo que achica el espacio para el rival y lo obliga a pegar pelotazos largos e imprecisos que los centrales recuperan sin problema, con el portero (Ederson) actuando casi como un líbero fuera del área.

La reinversión de roles

La genialidad de Guardiola está en su capacidad para darle la vuelta a las posiciones de siempre, usando a sus jugadores de formas poco convencionales. Por ejemplo, en lugar de ir pegados a la línea lateral, los laterales (Inverted Fullbacks) tienen la orden de meterse hacia el centro del campo (midfield), sumándose a la creación de juego. Esto les da más jugadores en el centro de la cancha, la zona clave para repartir el juego, y libera a los extremos para que ataquen sin preocuparse tanto por defender.

El City también suele usar jugadores versátiles como Phil Foden o Bernardo Silva como falsos nueves o dieces. Estos jugadores se meten en el mediocampo para atraer a los centrales rivales, abriendo huecos para que otros compañeros entren al área. Este sistema tuvo que adaptarse con la llegada de Erling Haaland: en lugar de obligarlo a ser un "falso nueve", Guardiola ajustó todo para que la movilidad del resto del equipo generara el espacio que el noruego necesitaba para ser el goleador letal que es.

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