El Clásico no podía terminar sin un último acto dramático. Después de sellar la victoria 2-1 en el Santiago Bernabéu, la tensión acumulada entre el Real Madrid y el FC Barcelona explotó en una brutal confrontación justo al sonar el pitazo final. El epicentro del caos fue la figura de Lamine Yamal, el chico maravilla del Barça, quien había encendido la previa con declaraciones incendiarias sobre un supuesto "robo" del Madrid.
El desquite blanco fue liderado por Dani Carvajal. Apenas terminó el partido, el lateral merengue se fue directo a por Yamal, encarándolo y haciendo gestos, con la intención clara de recriminarle y, probablemente, decirle que bajara el tono después de sus comentarios y la foto polémica que subió. La reacción de Yamal no se hizo esperar, y la situación se puso tensa de golpe.
Vinicius Jr. y Courtois echaron más leña al fuego
La confrontación inicial escaló rápidamente. Thibaut Courtois se metió en el cruce de palabras con Yamal, a quien se le escuchó un desafiante "nos vemos en la vuelta" o un mensaje similar de cara al próximo partido.
El que realmente agitó las aguas fue Vinicius Jr.. El brasileño se unió a la bronca, gritando y haciendo gestos desde lejos, echándole más leña al fuego y convirtiendo el final del Clásico en un verdadero campo de batalla
.
La zona de banquillos se convirtió en un tumulto donde hubo empujones, gritos e intentos de agresión entre jugadores de ambos clubes. La tensión fue tan alta que tuvo que intervenir el personal de seguridad (e incluso la policía, según algunas crónicas) y los cuerpos técnicos para formar un cordón y separar a los equipos antes de que el incidente pasara a mayores.
La victoria merengue, además de asegurar el liderato, se sintió como una dulce revancha personal en el césped del Bernabéu.
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