Robinson Canó, un nombre que evocaba elegancia y poder en el plato, construyó una de las carreras más destacadas para un segunda base en la historia reciente de la MLB. Sin embargo, su brillante trayectoria quedó marcada por una serie de controversias que pusieron en jaque su legado y su futuro en el Salón de la Fama del Béisbol.
Nacido en San Pedro de Macorís, República Dominicana, Canó irrumpió en las Grandes Ligas con los New York Yankees en 2005. Rápidamente se consolidó como una de las piezas centrales del equipo, destacando por su swing zurdo y su habilidad para batear a la banda contraria.
Con los Yankees, Canó ganó un anillo de Serie Mundial en 2009, fue seleccionado para múltiples Juegos de Estrellas y ganó dos Guantes de Oro y cinco Bates de Plata, consolidándose como uno de los mejores segunda base de su generación.
En 2013, firmó un monumental contrato de 10 años y $240 millones con los Seattle Mariners, una de las mayores transacciones en la historia de la MLB para un segunda base. A pesar de su cambio de equipo, su producción ofensiva se mantuvo, y continuó sumando hits y jonrones a su cuenta, manteniendo un ritmo que lo ponía en camino hacia las cifras históricas.
Estadísticas que hablan por sí solas
A lo largo de sus 17 temporadas en la MLB, los números de Canó son impresionantes y lo ubican en un selecto grupo de peloteros. Sus estadísticas finales en las Grandes Ligas son:
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Promedio de bateo: .301
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Hits: 2,639
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Jonrones: 335
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Carreras impulsadas: 1,306
Además, fue un 8 veces All-Star y 5 veces ganador del Bate de Plata. Su desempeño lo colocó en una posición privilegiada para ser considerado para el Salón de la Fama de Cooperstown.
Suspensiones que marcaron la carrera de Canó
Mientras jugaba con los Mariners en 2018, Canó fue suspendido por 80 juegos tras dar positivo por el diurético furosemida. La sustancia, aunque no es un esteroide, es utilizada para enmascarar otras drogas para mejorar el rendimiento.
Pero el golpe final a su carrera en las Grandes Ligas llegó en 2020. Major League Baseball lo suspendió por toda la temporada 2021 (162 juegos) tras dar positivo por estanozolol, un esteroide anabólico. Esta segunda violación le costó no solo el año de juego, sino también los $24 millones de salarios que le correspondían.
Estas suspensiones mancharon su currículum y cambiaron la percepción de su legado. Muchos expertos y fanáticos consideran que su camino al Salón de la Fama se cerró definitivamente, ya que su caso se compara con el de otros jugadores suspendidos por dopaje, como Barry Bonds y Alex Rodríguez.
Canó en la actualidad
A sus 42 años, Robinson Canó ha continuado su carrera fuera de la MLB. Actualmente, juega en la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) con los Diablos Rojos del México, donde ha demostrado que su habilidad para batear sigue intacta.
En la temporada 2024, fue campeón con el equipo y se destacó con un promedio de bateo de .431. Su regreso al equipo para la temporada 2025 confirma su decisión de seguir activo en el béisbol profesional, aunque sea lejos de los reflectores de las Grandes Ligas.
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