El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos anunció este miércoles la deportación de dos ciudadanos cubanos con historial criminal hacia Sudán del Sur, en una operación que forma parte de una serie de expulsiones de personas consideradas peligrosas para la seguridad pública.
Esta acción se llevó a cabo mediante un vuelo desde Texas, en el que también fueron enviados a ese país otros ocho hombres procedentes de Birmania, Vietnam, México y Laos.
La información fue obtenida del portal web de Telemundo Miami, donde se detallan los perfiles de los cubanos deportados: Enrique Arias-Hierro y José Manuel Rodríguez-Quiñones. Arias-Hierro, arrestado el 2 de mayo de 2025, cuenta con condenas por homicidio, robo a mano armada, suplantación de identidad, secuestro y robo con violencia.
Por su parte, Rodríguez-Quiñones, detenido el 30 de abril de 2025, fue sentenciado por intento de asesinato en primer grado con arma de fuego, agresión violenta, hurto, así como posesión y tráfico de cocaína.
La subsecretaria de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, defendió la deportación afirmando que se trata de una medida para proteger a la población estadounidense, y criticó la postura de una jueza federal en Massachusetts que busca revertir la expulsión y obligar al gobierno a traer de regreso a estos individuos.
“Es absurdo que una jueza activista intente forzar la vuelta de estos criminales singularmente brutales que representan una amenaza clara y presente para la seguridad de los estadounidenses”, declaró McLaughlin.
Esta operación refleja la política de Estados Unidos de remover a personas con antecedentes penales graves que se encuentran en situación ilegal, enviándolas a países que aceptan recibir a estos deportados, en este caso Sudán del Sur, que ahora se convierte en un destino para individuos condenados en territorio estadounidense.
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