Una búsqueda desesperada, que movilizó a miles de personas y a todas las fuerzas de seguridad, tuvo un final desgarrador.
Lo que comenzó como un drama familiar terminó en un horror, cuando los cuerpos de un hombre de 28 años y de sus dos hijos, de dos y seis, fueron encontrados dentro de un vehículo sumergido en un arroyo.
Este trágico descubrimiento, en las cercanías de una pequeña ciudad de Uruguay, puso fin a una búsqueda que duró varios días y que mantuvo en vilo a todo el país.
La desaparición y los momentos de terror
Todo comenzó cuando la madre de los niños denunció su desaparición, después de que su expareja se los llevara por la fuerza el pasado miércoles 3 de septiembre.
La mujer, desesperada, recurrió a las redes sociales para pedir ayuda, compartiendo fotos de sus hijos y del auto en el que se los habían llevado.
Sus publicaciones, se viralizaron rápidamente, y una de sus súplicas, en un video conmovió a todos: "Necesito ayuda de la gente que se movilice conmigo. Por favor, ayúdenme, me estoy muriendo, por favor".
La denuncia inicial por el secuestro alertó a las autoridades, que de inmediato lanzaron una operación masiva, que involucró a todas las fuerzas de seguridad uruguayas: la Policía Nacional, la Guardia Republicana, Bomberos, la Armada, la Prefectura, e incluso el Ejército con helicópteros y buzos de la Armada.
El Ministerio del Interior coordinó los esfuerzos de búsqueda, y una alerta de Interpol se emitió para facilitar la captura del hombre.
¿Quién era el asesino?
El hombre, identificado como Andrés Morosini, tenía un historial de violencia. Había trabajado en la construcció, pero su vida estaba marcada por antecedentes penales y una orden de restricción por violencia de género, impuesta por la madre de sus hijos.
Según el medio El País, a pesar de esto, él ya había intentado llevarse a los niños en otras ocasiones.
La relación de la pareja había sido conflictiva, y los episodios de violencia doméstica habían llevado a la mujer a denunciarlo y separarse.
Después de días de búsqueda, la esperanza se desvaneció por completo. En la mañana del viernes, la policía finalmente encontró lo que buscaba: a unos tres metros de profundidad en las aguas del arroyo Don Esteban, el auto del padre estaba sumergido con los cuerpos sin vida de los tres ocupantes.
Casos similares en Uruguay
La tragedia en el arroyo Don Esteban se suma a una serie de crímenes con características similares que conmovieron a Uruguay en los últimos años.
En 2018, el país se vio sacudido por el caso de la niña Valentina Walter, quien fue asesinada por su padre en un contexto de violencia intrafamiliar. El hombre, después de asesinar a la pequeña, se suicidó, dejando una nota que conmocionó a la opinión pública.
Otro caso que generó alarma fue el de la joven Luz Marina Goñi, en 2021, quien fue asesinada por su expareja en un contexto de violencia de género. El hombre, tras el crimen, se quitó la vida.
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