Tras sobrevivir a una verdadera pesadilla, el joven venezolano Gréiber Eduardo Berrío, de 19 años, relató los detalles del aterrador ataque que sufrió por parte de una jauría de perros callejeros.
El muchacho manifestó que su vida cambió de la forma menos esperada, durante aquella no noche del 25 de marzo, cuando los canes se abalanzaron sobre él y lo mordieron salvajemente hasta desgarrar sus extremidades.
Gréiber terminó en coma durante 16 días y, al despertar, solo pudo revivir aquellos horribles momentos, al notar que había perdido sus dos brazos y orejas, como consecuencia de las más de 150 mordeduras que sufrió.
“Fue horrible, es algo que no le deseo a nadie, jamás”, fueron las palabras con las que el venezolano intentó describir el horror y el intenso dolor que sintió cuando los perros clavaron sus colmillos en su piel.
"Pensé que moriría devorado por perros"
En conversación con Rafael Poveda, para el podcast “Más allá del silencio”, Gréiber aseguró que la furia de los animales era implacable, de tal manera, que su resistencia no fue suficiente para escapar. “Sentía cómo me agarraban las piernas y me las jalaban y raspaban, sentía cómo me jalaban de los codos. Yo no sabía qué hacer porque ya había perdido la fuerza”, recordó.
La agresión ocurrió en la localidad de Bosa, en Bogotá (Colombia), cuando el muchacho regresaba de la iglesia, cerca de las 8:00 de la noche; el templo está ubicado a tan solo una cuadra de su casa.
Repentinamente, una perra grande se le acercó con una actitud hostil mientras ladraba. Gréiber detalló que solo podía alejarse cuando la enfurecida bestia intentaba morderlo. “En un punto, me agarra el pantalón”, dijo; fue entonces cuando inició la pesadilla.
“Cuando bajo el bolso me doy cuenta de que vienen los demás perros, yo quedé impactado, no sabía qué hacer“, relató.
Sin tiempo de reaccionar, el joven quedó rodeado por los animales, los cuales lo arrastraron hasta un barranco de tierra. Gréiber cayó al suelo y los perros impidieron que se pusiera nuevamente de pie.
Trató de protegerse al cubrir su rostro y sus oídos cuando una de las fieras intentó morderle la cara. Segundos después, el animal le arrancó una oreja.
“Lo único que pensé fue resistir, hasta que llegué a un punto en el que, ya cansado, lo que hice fue que me encomendé a Dios”.
Sumido en el shock por el ataque y el intenso dolor de sus heridas, Gréiber no se percató del momento cuando otro de los animales le arrebató su segunda oreja.
“Lloré. Pensé que moriría ahí, en la tierra, devorado por perros”, confesó.
Nadie salió para ayudarlo
A pesar de sus desgarradores gritos de auxilio, nadie salió a ayudarlo, relató. Afirmó que alcanzó a ver siluetas en las ventanas de las residencias y pensó que, quizás, aquellas personas no quisieron acercarse por temor a salir heridos.
Los nueve perros terminaron su ataque y se alejaron. Poco después arribaron funcionarios de la policía y lo trasladaron al Hospital de Bosa. De manera inmediata, lo ingresaron en la UCI.
Tres días después, el 28 de marzo, lo remitieron hasta el Hospital de Kennedy. Durante el tratamiento de sus heridas, los médicos notaron que presentaba necrosis e isquemia en los brazos. La solución era clara, debían amputarle las extremidades a Gréiber para poder salvarle la vida.
Gréiber emigró hasta Colombia con su padre, Guillermo Berrío, en busca de nuevas oportunidades y mejores condiciones de vida.
En conversación con medios de comunicación, Guillermo Berrío, afirmó que la tragedia podría haberse evitado si las autoridades hubieran actuado con prontitud.
Además, consideró que hubo negligencia médica, debido a que, de haber recibido una atención oportuna, se podría haber evitado la amputación de los brazos de su hijo.
Vecinos de la localidad habían reportado en ocasiones anteriores la agresividad de algunos perros callejeros, pero no recibieron respuesta de las autoridades, publicaron medios colombianos.
Alerta por aumento de ataques de perros
Según datos del sistema de Vigilancia en Salud Pública, entre enero y agosto de 2024 se registraron 1.188 casos de ataques de perros en la jurisdicción de la Subred Sur Occidente. La cifra presenta un aumento, si se compara con los 1.145 casos que se reportaron en el en el mismo periodo del año 2023.
Entre los incidentes, 379 quedaron clasificados como exposiciones graves.
El Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal informó que cuatro de los nueve animales involucrados en el ataque contra el venezolano fueron capturados.
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