Mario Vargas, un inmigrante mexicano detenido por el ICE, perdió un pulmón durante su arresto, por lo que firmó una deportación voluntaria tras la desesperación por su estado de salud.
Vargas, que vivió durante más de 20 años en Estados Unidos, enfrenta una grave situación de salud tras su arresto en Georgia según detalló Univisión.
A pesar de que Vargas asegura que no padecía ninguna enfermedad crónica antes de su detención, comenzó a sentirse mal a los pocos días de llegar a la cárcel, por lo que luego fue hospitalizado.
Enfermedad
Durante su tiempo en el centro de detención, firmó una salida voluntaria del país, una decisión que tomó por desesperación para poder recibir atención médica adecuada.
La familia de Vargas planea presentar una denuncia sobre las condiciones que llevaron a su deterioro de salud.
Al ser detenido en su lugar de trabajo, Vargas no mostraba signos de enfermedad, pero al ingresar al centro, comenzó a experimentar síntomas graves.
Aunque le administraron medicamentos, estos no tuvieron efecto, lo que llevó a que un médico lo examinará y decidiera su traslado a un hospital.
Allí, le diagnosticaron pérdida de un pulmón y se le indicó que padecía enfermedad pulmonar obstructiva crónica, posiblemente debido a una infección.
Consecuencias
Ahora, Vargas debe asistir a consultas médicas semanales y se encuentra dependiendo de oxígeno para sobrevivir.
Tiene una fecha límite para abandonar el país antes del 2 de noviembre, pero su abogada sostiene que tiene fundamentos para demandar.
La especialista argumenta que la firma de la orden de deportación no es válida ya que fue realizada bajo presión.
Hasta el momento, ICE no ha respondido a las implicaciones sobre el caso de Vargas, y si la demanda no avanza, Vargas se verá obligado a regresar a México.
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