En un esfuerzo por atraer capital extranjero y talento empresarial, la ciudad de Miami, bajo el liderazgo de su alcalde Francis Suárez, está promoviendo activamente la visa de inversionista EB-5.
Esta iniciativa busca consolidar la posición de Miami como un destino importante para la inversión, especialmente para empresarios de Latinoamérica.
Suárez señala que el programa no solo es un medio de inversión, sino que también ofrece una vía para la residencia legal a aquellos preocupados por las políticas migratorias.
El programa requiere que los inversionistas realicen una inversión significativa y contribuyan a la creación de empleo en la región según informó El Tiempo.
¿Qué es la visa EB-5?
La visa EB-5 es una categoría de inmigración para inversionistas extranjeros que fue creada para estimular la economía de Estados Unidos.
Para calificar, los solicitantes deben invertir un mínimo de $800 000 en un área rural o de alto desempleo, o $1 millón en otras zonas, y demostrar que los fondos provienen de fuentes legales.
Un requisito importante es que la inversión debe generar al menos 10 empleos de tiempo completo para trabajadores estadounidenses elegibles por un período de al menos dos años.
La inversión puede ser en una empresa nueva o en una ya existente que esté en proceso de expansión.
Impacto
La implementación de este programa en Miami no solo tiene implicaciones económicas, sino también un componente político.
El alcalde Suárez defiende la iniciativa como una herramienta clave para impulsar la economía local y ofrecer estabilidad migratoria a quienes la buscan.
Este enfoque contrasta con las políticas migratorias más restrictivas que se debaten a nivel nacional, abriendo una alternativa para aquellos con los medios económicos para invertir.
La visa EB-5 es un ejemplo de cómo las ciudades pueden adoptar políticas propias para atraer a personas de alto poder adquisitivo.
Otras opciones
Además de la visa EB-5, existen otras opciones en Estados Unidos para inversionistas y empresarios que buscan obtener la residencia.
La visa E-2, por ejemplo, es una opción popular para ciudadanos de países con los que EEUU mantiene tratados de comercio.
Esta visa permite a un inversionista entrar y trabajar en el país para desarrollar y dirigir una empresa en la que ha invertido una cantidad sustancial de capital, aunque no ofrece un camino directo a la residencia permanente.
Otra alternativa es la visa L-1, diseñada para ejecutivos o gerentes de empresas internacionales que se trasladan a una oficina en Estados Unidos.
La visa de talentos O-1 es otra opción para quienes tienen habilidades extraordinarias en ciencias, artes, educación, negocios o deportes.
Por último, algunas empresas ofrecen patrocinar a empleados extranjeros para que obtengan visas de trabajo H-1B, aunque el proceso es competitivo y limitado.
Estas opciones reflejan la diversidad de vías migratorias disponibles en el país para diferentes perfiles profesionales y económicos.
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