Un padre de familia mató a tiros al presunto agresor sexual de un familiar en un hotel de Indiana (Estados Unidos).
El hombre fue identificado como Nicholas Stanley, de 35 años de edad, quien decidió hacer justicia por mano propia, al terminar con la vida Allen Cogswell. El detenido admitió su responsabilidad en la muerte del agresor, reseñó La República.
Nicholas Stanley admitió que mantuvo una obsesión con Allen Cogswell durante varios años.Cuando descubrió que su objetivo había sido liberado de prisión, el hombre de 35 años perdió el control y decidió ir a buscarlo.
Durante la madrugada del pasado 24 de junio, Stanley ubicó a Cogswell en un hotel e irrumpió para atacarlo a tiros.
El condenado por agresión sexual recibió múltiples disparos en distintas partes de su cuerpo, indicó New York Post.
Nicholas Stanley relató que perdió su trabajo debido a la fuerte obsesión que tenía contra el agresor sexual de su familiar.
Además, la noche del tiroteo confesó que no pudo dormir debido a que no podía sacar el recuerdo de Allen Cogswell de su cabeza.
Una vez que supo sobre la ubicación de Cogswell, Stanley salió en su búsqueda y tras encontrarlo "hizo lo que tenía que hacer", según el relato del tirador.
El hombre afrontaría 45 años de prisión en caso de ser declarado culpable. A pesar de ello, el padre de familia afirmó que no hizo nada malo y hay miles de personas que lo respaldan.
Nicholas Stanley lamentó que se perderá casi toda la vida de sus hijos y expresó su amor por ellos. Pidió que vivan tranquilamente y sin preocuparse por él.
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