Las arrugas son pliegues o surcos que aparecen en la superficie de la piel cuando pierde elasticidad y firmeza. Se forman por la disminución natural de colágeno y elastina, fibras que mantienen la piel tersa y flexible. También influyen factores como la exposición prolongada al sol, la deshidratación, el estrés, la contaminación y ciertos hábitos como fumar o dormir poco.
Aunque suelen relacionarse con el paso de los años, no son exclusivas de las personas mayores: también pueden presentarse en jóvenes que se exponen de manera excesiva a rayos ultravioleta o que tienen estilos de vida poco saludables.
Existen distintos tipos, desde las líneas finas de expresión hasta pliegues más profundos. Las arrugas no representan una enfermedad, sino un signo visible del envejecimiento cutáneo y de la historia personal de cada individuo. Cuidar la piel con hidratación, protección solar y descanso adecuado puede retrasar su aparición.
Tipos de arrugas
L’Oréal Paris describe que existen tres tipos principales de arrugas: dinámicas, estáticas y gravitatorias.
Las arrugas dinámicas aparecen debido al movimiento repetido de los músculos faciales (como sonreír, fruncir el ceño o entrecerrar los ojos). Se hacen visibles al efectuar esas expresiones, pero tienden a desaparecer cuando el rostro está en reposo.
Por su parte, las arrugas estáticas se manifiestan incluso cuando el rostro no está haciendo expresiones. Se originan por la pérdida progresiva de colágeno y elastina, la falta de hidratación y el envejecimiento general de la piel. Estas líneas se acentúan con el tiempo y permanecen visibles incluso en reposo.
Finalmente, las arrugas gravitatorias están ligadas a la pérdida de firmeza y elasticidad de la piel, que hace que ésta ceda ante la gravedad. Este tipo de arrugas suele aparecer en etapas más avanzadas, reflejando flacidez y caída en zonas como la mandíbula, el cuello o los pómulos.
Aprende a tratar tu tipo de arruga
Para cuidar las arrugas dinámicas, se recomienda adoptar medidas preventivas (evitar gestos excesivos, protección solar, cuidado constante) y, en algunos casos, tratamientos como la toxina botulínica que relaja los músculos responsables de esas expresiones.
Para las estáticas, se aconseja utilizar productos ricos en ingredientes activos como ácido hialurónico y fórmulas con péptidos, retinol o vitamina C para estimular el colágeno, mejorar la firmeza y difuminar las líneas ya instaladas.
En el caso de las arrugas gravitatorias, se recomiendan tratamientos más estructurales, como hilos tensores para elevar la piel flácida, además de productos regeneradores como un sérum de renovación celular para mejorar la firmeza y aportar luminosidad.
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