Alejandra Morrison: la venezolana que enseña a los niños sobre gastronomía criolla

Una de sus mejores recetas ha sido fuera del fogón. Creó dos libros ilustrados para niños venezolanos que crecen lejos del país

Viernes, 19 de septiembre de 2025 a las 08:00 am
Alejandra Morrison: la venezolana que enseña a los niños sobre gastronomía criolla

Chef, creadora de contenido y escritora. Eso es Alejandra Morrison. Una venezolana enamorada de la cocina, que desde que tenía 15 años soñaba con hacer de su vida la mejor receta posible. Lo que la motivó a cruzar el Atlántico a los 17 años y estudiar en el Le Cordon Bleu de París, donde se formó con la acreditación culinaria Le Grand Diplôme. 

Pero sus pasiones no se quedaban allí, porque también egresó con honores como diseñadora gráfica del Art Institute de Fort Lauderdale, de Miami. En su regreso a Venezuela experimentó con el diseño y luego se aventuró a crear su primera empresa de catering; pero la situación en el país la empujó a buscar un nuevo horizonte, esta vez sería España. 

Este destino le permitió crecer en lo profesional y personal, pasando de ser cocinera auxiliar a tener sus dos primeros restaurantes. Años de esfuerzo y mucho trabajo gastronómico que finalmente la llevaron a abrirse camino en otras actividades como la creación de contenido. 

Desde ese momento, Alejandra comenzó a fusionar eso que tanto le gustaba: la gastronomía y el arte detrás de crear contenido. Hoy, más de un millón de seguidores en redes sociales respaldan su storytelling y su manera de crear comunidad, que ha perfeccionado con los años, sin perder su esencia. 

Fue en 2023 cuando sus habilidades se ampliaron, al crear su primer libro ilustrado para niños y niñas, "Vámonos pa' Venezuela", que ese año logró vender más de ocho mil copias. Luego siguió una versión navideña “Píntame Venezuela”. Con estas obras, ha querido mantener su amor por el país, pero también mostrárselos a los más pequeños de dónde viene ella (y ellos también). 

Z3D: Tu formación combina lo culinario con lo visual. ¿Cómo influyó esa dualidad en la estética y narrativa de tus libros ilustrados?

AM: Para mí fue importantísima esa mezcla entre lo culinario y lo visual. Yo sabía que el libro iba a estar destinado a niños que probablemente no habían ido a Venezuela y por supuesto que le quería enseñar sus paisajes, pero también era muy importante enseñar la gastronomía. Como soy diseñadora gráfica y no soy ilustradora, fue bastante ensayo y error a la hora de ilustrar. Pero sabía que quería que esa comida se viera suculenta y que inspirara a tantos niños venezolanos lejos de Venezuela a querer probar todos nuestros platillos. Creo que pude lograr el objetivo. 

Z3D: Tu camino profesional ha sido todo menos lineal ¿Qué aprendizajes de cada etapa se reflejan hoy en tu voz como autora?

AM: Mi voz como autora tiene un aire bastante nostálgico y esperanzador, diría yo. No sé de dónde salió, pero creo que he sido valiente a la hora de mudarme a diferentes países, a empezar de nuevo, a cambiar de carrera, etcétera. Es como que he vivido muchas vidas y cada día que he vivido la recuerdo con mucha nostalgia.
Pero me he dado cuenta de que todos los cambios traen cosas bonitas, entonces también lo veo como muy esperanzador porque es esta idea de que el cambio nunca es malo, el cambio siempre nos va a traer cosas bonitas. Es una oportunidad para empezar de nuevo, que te da la vida. A veces puede ser rudo, pero siempre los aprendizajes van a ser buenísimos y todo va a ir para mejor. Tengo esa especie de positividad, pero es porque el mundo me lo ha demostrado así.

Z3D: ¿Qué te llevó a escribir para niños?

AM: Mi inspiración para escribirle a niños tiene nombre y apellido, es mi sobrina Julieta. Tengo muchos sobrinitos, pero Julieta particularmente es mi sobrina más cercana, vive aquí conmigo en Madrid. Es la hija de mi primo Juancho, que es un hermano para mí y aparte una persona que quiero un montón.
No sé por qué esa carajita me enamoró desde el día 1 y ella nació aquí en España. Esa idea de que no conociera a su país Venezuela, que no tuviera nuestro acento, que no conocía nuestra gastronomía, me partía el alma. Fue literal la inspiración para escribir este libro, que luego una de mis grandes sorpresas es que se ha convertido en el primer libro que compran mamás embarazadas para regalar a sus hijos. Están en sus colecciones de libros infantiles alrededor de todas partes del mundo. Es la cosa más bonita que me ha pasado en mi vida.

Z3D: Crear un libro ilustrado implica muchas capas ¿Cuál fue el momento más desafiante?

AM: Las ilustraciones, porque nunca había ilustrado, nada por el estilo y creo que el libro tuvo como unas tres versiones diferentes hasta que al fin fueron dos años de  ilustrar y aprender. Todo fue ensayo y error hasta que logré llegar a esta versión del libro. Al principio quería que fuera solamente ilustrado, pero la versión final utilizó un poco de collage, fotografías, ilustraciones. Mezclo un poco de todo porque quería que se sintiera bastante auténtico de lo que es Venezuela. 

Z3D: ¿Cómo eliges a los colaboradores que dan vida a tus historias? ¿Qué buscas en ese diálogo creativo?

AM: Uf, los colaboradores para mis historias de verdad que ni siquiera los elijo yo, me los regala la vida. Creo que soy una persona que le gusta mucho la gente. Siento que las redes sociales, por eso se llaman así, redes sociales. Son un espacio social en el que se hacen conexiones muy bonitas y el mundo está lleno de historias hermosas.
Dime tú los inmigrantes. Creo que me falta conocer un inmigrante que no tenga una historia espectacular y aspiracional de lucha y optimismo. A mis colaboraciones me las regala la vida y me encanta que este trabajo me da la oportunidad de conocer a personas de cualquier sitio.

Z3D:  Además de Venezuela, ¿Cuál es el hilo conductor de la emoción o sentimiento que deseas transmitir?

AM: El hilo conductor de mi misión es bastante positividad. Es enfrentar la vida sin miedo a los cambios. Sin miedos porque, aparte de la muerte, algo certero en la vida, es que vamos a tener cambios. No sé de dónde sale esta valentía, pero sí siento que he sido valiente a la hora de enfrentarme a cambios. A no tener miedo de perseguir mi felicidad, de reinventarme. Es una lucha bastante universal. Es algo que resuena en mi en mis historias y en los que me siguen y me leen.

Z3D: ¿Cómo influye ese contacto directo con tus seguidores en lo que escribes y en cómo lo comunicas?

AM: Uf, ese contacto con mis seguidores es un tema, porque en las redes estás bastante expuesto y a pesar de que solo enseñas un partecita chiquitica de tu vida, también estás desnudando tu alma constantemente. Trato de ser lo más auténtica y real en lo que enseño, a pesar de que enseñas solo un pedacito de tu vida, pero es un pedacito de tu vida real.

Los mensajes que recibo, el feedback y todo, es muy bonito. Me hace demasiado feliz, me parece demasiado bonito y me doy cuenta de que mis sentimientos son sentimientos universales. Eso me ayuda a seguir abriendo mi corazón porque te das cuenta de que cuando tus vivencias, tus dolores, tus sueños, tus tristezas, las compartes con otras personas, no te sientes tan sola.

Z3D: ¿Cómo imaginas tu legado como creadora? ¿Qué huella te gustaría dejar en quienes te leen, te ven o te escuchan?

AM: Me encanta la idea que tienen mis libros infantiles, porque empezamos con uno, pero ya vamos por el cuarto. Me encanta que lo que aporto es una herramienta para tantos papás que sufren ese duelo migratorio. Porque lo que siempre digo, los niños están bien, o sea, a donde tú los mueves, aunque hay excepciones, por supuesto, pero muchos se adaptan a su entorno.

Pero siento que los papás, los tíos, los abuelos, tienen este duelo migratorio, esta necesidad y esta carencia de quererlos enseñar a sus niños, a sus nietos, a sus sobrinos, toda esta tierra tan hermosa que dejaron atrás.

Me encanta que parte de lo que he construido es para darle estas herramientas a estos padres para mantener ese amor por Venezuela vivo y siento que los ayuda un poco a llevar esa vida del inmigrante, que de por sí es tan difícil. 

Mi gran objetivo es hacer sentir que no estamos tan solos y que todos nos parecemos un poquito más de lo que creemos y si puedo ayudar a eso, a que una persona que no se sienta tan sola, a darle esperanza después de la inmigración, después del cambio, mi tarea está hecha.

Por Wanda López Agostini
Fotos Cortesía
Coordenadas: @alemorrisonandco

 

 

Visita nuestra sección Variedades 

Mantente informado en nuestros canales de WhatsApp, Telegram y YouTube

¿Quiere recibir notificaciones de alertas?

Martes 28 de Octubre - 2025
VENEZUELA
Escoge tu edición de 2001online.com favorita
Venezuela
América