Las enfermedades o problemas cardiovasculares son un conjunto de trastornos que afectan al corazón y a los vasos sanguíneos, refiere la Inteligencia Artificial.
En general, el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular aumenta por una alimentación poco saludable, caracterizada por un bajo consumo de frutas y verduras, y un elevado consumo de sal, azúcares y grasas, comparte la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Quien, además, señala que, las personas que no hacen ejercicio suficiente tienen entre un 20% y un 30% más de probabilidades de morir prematuramente que quienes si hacen suficiente actividad física.
¿Qué es la enfermedad cardiovascular?
La Clínica Cleveland explica que se trata de un grupo de enfermedades que afectan el corazón y los vasos sanguíneos. Estas pueden afectar a personas de todas las edades, sexos, etnias y niveles socioeconómicos.
También indica que son la principal causa de muerte en todo el mundo y en los EE.UU.; incluso acotan que, una de cada tres mujeres muere por problemas cardiovasculares.
Afortunadamente estas enfermedades se pueden prevenir adoptando hábitos saludables que incluye una alimentación equilibrada, realizar ejercicio de manera regular, reducir la carga de estrés, descansar las horas recomendadas por los expertos, y evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol.
¿Qué hacer?
Cuando de adoptar un estilo de vida saludable se trata, es esencial mantenerse activo, controlar los niveles de azúcar y colesterol en sangre, mantener un peso saludable y consumir una dieta saludable para el corazón.
Esta dieta debe incluir el potasio, un mineral que juega un papel importante en el cuidado y la salud del corazón y la presión arterial.
Expertos indican que este mineral interviene en las funciones vitales del organismo y ayuda a prevenir problemas cardiovasculares, pues “desempeña un papel fundamental en la transmisión de señales eléctricas que regulan los latidos y la función muscular del corazón. También relaja las paredes de los vasos sanguíneos, lo que reduce la resistencia vascular y contribuye a mantener una presión arterial estable”, explica la web MSN.
Partiendo de ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir mínimo 3.510 mg diarios para reducir el riesgo cardiovascular. Lo bueno es que no es necesario recurrir a suplementos, pues este mineral se consigue de manera natural en vegetales y futas, legumbres, lácteos y bebidas.
En tal sentido, incluye en tu dieta espinacas, batata, brócoli, acelgas, kiwi, lentejas, frijoles, garbanzos, yogur, leche, jugo de naranja, agua de coco, aguacate, salmón, papas, quinoa y arroz integral.
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