Existen diversos tipos de leche que se consumen en el mundo, al menos esa es la creencia habitual, cada uno con características específicas que se adaptan a diferentes necesidades y preferencias.
La leche de vaca es la más común y se encuentra en versiones entera, semidescremada y descremada, dependiendo del contenido de grasa. También es popular la leche sin lactosa, ideal para personas con intolerancia. Además, se consumen otras leches de origen animal, como la de cabra y oveja, valoradas por su sabor particular y su digestibilidad.
En los últimos años, han crecido en popularidad las alternativas vegetales, como la leche de soya, almendra, avena, arroz y coco, que suelen ser elegidas por personas veganas, alérgicas a la proteína de la leche o quienes buscan opciones más ligeras.
Estas bebidas vegetales suelen estar fortificadas con calcio y vitaminas para asemejarse al valor nutritivo de la leche de vaca. Así, la variedad satisface distintos gustos y necesidades.
Pero, ¿qué dirías si te decimos que hay un doctor que dice que las leches vegetales no existen? A continuación te explicamos el por qué.
Leches vegetales ¿son reales?
En el programa Herrera en COPE, el doctor Luis Collado, director del Departamento de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, advierte sobre ciertos mitos populares en torno a las llamadas “leches vegetales” y cómo las percibimos en términos nutricionales y de salud.
En primer lugar, señala que el término “leche” es incorrecto cuando se aplica a estos productos, ya que la leche solo proviene del ordeño de mamíferos; lo demás debería denominarse bebidas vegetales, además de ser, según él, sorprendentemente más costosas.
Respecto a su composición, Collado subraya que estas bebidas están formadas mayoritariamente por agua y aportan una cantidad muy baja de proteínas, las cuales, además, son de menor calidad y menos aprovechables que las presentes en la leche de vaca. En cambio, la leche animal contiene proteínas de alto valor biológico y vitaminas que el cuerpo absorbe con facilidad.
Asimismo, desmiente la idea de que es antinatural que los humanos continúen consumiendo leche después de la infancia: “También somos el único animal que cultivamos la tierra para comer vegetales. Es una leyenda negra que le están intentando colgar a los lácteos…”.
Collado indica que el calcio de la leche se absorbe fácilmente, mientras que algunas bebidas vegetales lo incorporan en forma sintética, lo que podría no ser tan eficaz. Esto tiene especial importancia en mujeres, dado que a partir de cierta edad existe una mayor pérdida de masa ósea y un riesgo aumentado de problemas como la osteoporosis.
Por último, recomienda que la leche, una vez abierta, debe mantenerse en el frigorífico para preservar su calidad, aunque antes de abrirla puede guardarse fuera sin problemas.
Visita nuestra sección Variedades
Mantente informado en nuestros canales