Mantener sanos el corazón y el cerebro es fundamental para disfrutar de una vida plena y activa. Una de las claves principales es llevar una alimentación equilibrada, rica en frutas, verduras, granos integrales, pescado y frutos secos, que aportan nutrientes y grasas saludables.
Reducir el consumo de azúcares, sal y alimentos ultraprocesados ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas.
La actividad física regular, como caminar, nadar o andar en bicicleta al menos 30 minutos al día, fortalece el corazón, mejora la circulación y estimula la memoria y la concentración. Dormir lo suficiente también es vital, ya que el descanso favorece la regeneración celular y la claridad mental.
Controlar el estrés mediante técnicas de relajación, mantener relaciones sociales positivas y ejercitar la mente con lecturas o juegos de lógica contribuye a proteger tanto el corazón como el cerebro, promoviendo un envejecimiento saludable y activo.
Pero, ¿qué pensarías si te decimos que consumiendo picante podrás obtener todos los beneficios antes descritos? Te lo contamos todo a continuación.
Picante para tu salud
Según un gran estudio realizado en China, consumir alimentos picantes casi todos los días podría ayudarte a cuidar tanto el corazón como el cerebro.
Esta investigación, que incluyó a más de 50 mil personas durante más de una década, halló que quienes consumían picante entre seis y siete veces por semana presentaban un 11 % menos de riesgo de enfermedades cardiovasculares, un 14 % menos de riesgo de cardiopatía isquémica y un 12 % menos de riesgo de enfermedad cerebrovascular.
En el caso de los accidentes cerebrovasculares isquémicos (los más comunes), la reducción fue aún mayor, alcanzando un 15 %.
El efecto protector fue más fuerte en quienes preferían un nivel moderado de picante, con una reducción del 14 % en riesgo cardiovascular y del 10 % en riesgo cerebrovascular. Además, comenzar a consumir picante desde pequeño (antes de los 10 años) se asoció a ventajas más notables que iniciarlo en la edad adulta.
La clave de esta protección podría estar en la capsaicina, el compuesto que da el calor al picante. Tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y también mejora el metabolismo, lo que ayuda a mantener los vasos sanguíneos sanos.
Sin embargo, los investigadores aclaran que este estudio es observacional, lo que significa que no demuestra una relación directa de causa y efecto. Además, recomiendan moderación, no se trata de comer picante sin control, sino de incluirlo de forma equilibrada dentro de una dieta saludable.
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