Un pato adoptado por Margarita Flores, dueña de una florería en Argentina, se convirtió en un personaje muy querido por quienes frecuentan el centro mendocino.
Sin embargo, la semana pasada recibió una denuncia presentada ante la municipalidad que cambió esta historia. Según fuentes consultadas por Infobae, el reclamo indicaba que el pato, de nombre Juan, habría mostrado comportamientos agresivos hacia otras mascotas en la zona.
Como medida preventiva, las autoridades municipales ordenaron su retiro del espacio público para garantizar la seguridad de los vecinos.
Reacción social y apoyo popular hacia el ave
La decisión generó inmediatas reacciones en defensa del pato. En pocos días, se recolectaron cerca de 7.000 firmas para que Juan pueda volver a su rutina habitual en el centro mendocino.
Por su parte, Silvina López, secretaria de Ambiente de Mendoza, justificó la medida: "la medida busca garantizar el 'uso adecuado del espacio público' y la tranquilidad de los vecinos". Además argumentó que el entorno urbano no es apto para animales sin control debido a la alta circulación peatonal y vehicular.
¿Cómo se decidió la salida de Juan?
Desde hace días, Juan vive en un corral en Maipú junto a Margarita. La dueña afirmó que el animal no se ha adaptado bien al encierro: "Grita y corre todo el tiempo". La situación tomó un giro legal cuando Oscar Mellado, abogado defensor de derechos animales, presentó un recurso ante la municipalidad para que reconsideren la orden de retiro.
El recurso tiene diez días para ser presentado; si no prospera, Juan no podrá regresar a Mendoza. La intención es llegar a un acuerdo pronto para proteger los intereses del animal y sus cuidadores.
Por ahora, Margarita y Juan esperan una resolución oficial que determine si podrán reunirse nuevamente en la calle o seguir separados.
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