El debate sobre el mejor base armador (Point Guard) en la historia de la NBA ha pasado de ser una conversación dominada por Magic Johnson a un duelo de eras y estilos, centrado en Stephen Curry. El legado de Curry se define por su capacidad para reescribir la ofensiva de la liga y establecer récords de tiro que probablemente nunca serán superados. Su impacto es tan profundo que obligó a los 30 equipos de la NBA a cambiar fundamentalmente su estrategia de juego.
El arquitecto de la revolución del triple
El impacto más profundo de Stephen Curry no se mide solo en sus estadísticas, sino en cómo transformó la táctica del juego. Antes de su llegada, el tiro de tres puntos era simplemente una herramienta ofensiva; con él, se convirtió en el arma principal de la ofensiva. Su rango de tiro casi ilimitado y su volumen de aciertos hicieron que el tiro de tres valiera efectivamente más que tres puntos, ya que obligaba a los defensores a marcarlo desde distancias inusuales. Javier Elbe capturó esta idea perfectamente, afirmando: “Encesta casi todo lo que tira, hasta desde la mitad de la cancha”.
El dominio estadístico de Curry es innegable: es el líder histórico indiscutible de tiros de tres puntos anotados en la historia de la NBA, superando la marca de Ray Allen. Además, su movimiento sin balón es tan peligroso como su manejo, creando lo que se conoce como "Gravedad de Curry"; los defensas deben seguirlo a la línea de triple, abriendo inmensos espacios para sus compañeros de equipo.
La consistencia de una dinastía inigualable
El éxito individual de Curry se ha traducido directamente en la estabilidad de su franquicia, cimentando la dinastía de los Golden State Warriors. Curry es el pilar central que devolvió a los Warriors a la cima de la liga después de décadas de sequía. Su palmarés incluye múltiples campeonatos de la NBA, lo que valida su impacto en la consecución de éxitos colectivos.
Un hito que subraya el dominio total que ejerció en la liga fue la temporada 2015-2016, cuando fue votado como Jugador Más Valioso (MVP) de forma unánime. Es el único jugador en la historia de la NBA en conseguir tal distinción, algo que ni Michael Jordan ni LeBron James lograron en sus respectivas carreras.
El debate definitivo
El debate sobre el "mejor de la historia" se reduce a una comparación de estilos y filosofías de juego entre Curry y el anterior poseedor del título, Magic Johnson. Magic representó al base armador tradicional: un creador de juego que utilizaba su estatura inusual (2.06m) para el dominio en el poste bajo, siendo el maestro de la transición.
Curry, por otro lado, es el Revolucionario: un anotador de volumen y eficiencia cuyo dominio sin balón se basa en la habilidad pura para castigar a los rivales con el tiro. Su influencia táctica es la que prevalece en el juego moderno, demostrando que la habilidad y la estrategia colectiva pueden superar el dominio físico tradicional. Para una nueva generación de aficionados, Curry no solo es el mejor base armador, sino el jugador que cambió las reglas del deporte. El propio Curry expresó su filosofía de vida y juego, diciendo: “Simplemente sé la mejor versión de ti mismo en cualquier cosa que hagas. No tienes que vivir la vida de nadie más”.
Visite nuestra sección de Deportes.
Mantente informado en nuestros canales de WhatsApp, Telegram y YouTube.