Charles 'Do Bronx' Oliveira silenció a los críticos y reescribió las normas de la recuperación en la UFC. Apenas cuatro meses después de ser noqueado por Ilia Topuria por el cinturón de peso ligero, el brasileño se lanzó a la cabeza de cartel del UFC Río.
Esta decisión fue doblemente arriesgada. No solo ignoró el descanso habitual tras un KO, sino que tuvo que enfrentar al grappler de élite, Mateusz Gamrot, con solo semanas de aviso. El cambio de rival, de striker a grappler, incrementó el riesgo para el peleador de 35 años. Sin embargo, la motivación de pelear ante su público por primera vez en más de cinco años fue su motor.
Frente a un público entregado, Oliveira disipó cualquier duda con una de las actuaciones más brillantes de su carrera. Demostró su maestría en la lona, dominando el grappling de 'Gamer' y sellando su victoria con un demoledor mataleón en el segundo asalto.
Fue una exhibición técnica que restauró su confianza por completo. Con la victoria asegurada, Oliveira lanzó su reto: "Charles Oliveira vs Max Holloway. ¡BMF! ¡Hagamos que eso suceda!"
El desafío es directo al actual poseedor del cinturón BMF, Max Holloway. El hawaiano respondió positivamente, reconociendo que él y 'Do Bronx' tienen una "historia sin terminar" que data de su primer y polémico encuentro de hace una década.
El camino se allana para un enfrentamiento de leyendas a principios de 2026. Holloway se recupera de una lesión en la mano, y se espera que esté disponible a partir de marzo.
El combate tiene un gran atractivo narrativo y deportivo, poniendo en juego el título que simboliza la bravura absoluta. Una victoria sobre Oliveira podría catapultar a Holloway a una revancha por el título de peso ligero ante Ilia Topuria, mientras que 'Do Bronx' recuperaría un lugar de honor en la élite de la compañía.
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