¿Continuidad o ruptura con Francisco?: teólogo venezolano se anticipa al Cónclave

Este 7 de mayo, el mundo será testigo del cónclave, un ritual tradicional de varios siglos dentro de la Iglesia católica

Por 2001

Miércoles, 07 de mayo de 2025 a las 12:15 am
¿Continuidad o ruptura con Francisco?: teólogo venezolano se anticipa al Cónclave

A pocos días de que la Iglesia católica escoja un nuevo líder, tras el fallecimiento del papa Francisco, el pasado 21 de abril, “no hay garantía alguna de que el siguiente pontificado siga la línea de Francisco”, el teólogo Rafael Luciani.

En conversación con el medio institucional El Ucabista, el profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) destacó que, durante su papado de 12 años, el argentino Jorge Bergoglio, conocido como Francisco, logró una apertura en la gobernanza de la Iglesia, así como el paso de una institución eclesiástica centrada en Roma “a una Iglesia mundial, intercultural, que tiene hoy en día una diversidad de representación, de países, y de culturas de pueblos, de entender a la misma Iglesia”.

En tal sentido, Luciani, miembro del equipo teológico pastoral del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM), consideró que el trabajo papal de Francisco permitió un encuentro de la Iglesia católica mundial con distintas culturas dentro del propio catolicismo.

Esto originó una conciencia de que “la Iglesia está constituida por iglesias locales, con una diversidad de formas de ser, que hoy en día tienen que ser asumidas como lugares de reflexión, de discernimiento y de toma de decisiones”, opinó.

El también perito de la XVI Asamblea General del Sínodo de los Obispos aplaudió la actitud que Francisco asumió contra las prácticas indebidas dentro de la Iglesia.

“La institución venía cargando una crisis de más de 30 años que explota, se hace pública y que da pie a que su pontificado llame desde el inicio a hacer una reforma. Esto implicó para Francisco un avance de su visión de Iglesia que iba a contracorriente de lo que había sido la práctica habitual. Por ejemplo, la cultura del secreto frente a los abusos”, explicó.

Posibles avances o retrocesos en las reformas de Francisco

Ahora, las expectativas sobre el próximo cónclave, en el cual se elegirá un nuevo papa, dejan dudas sobre sobre el rumbo que tomará la Iglesia católica en los próximos años.

Existe incertidumbre sobre la posibilidad de que se ponga un freno o que haya un retroceso en cuanto a las reformas que impulsó Bergoglio, quien era considerado como progresista por grupos ultraconservadores de derecha en el Vaticano.

Al respecto, Luciani consideró que el papado de Francisco no se puede evaluar bajo el parámetro de las categorías de conservador o liberal.

“Es un papa que abre las puertas de una Iglesia que estaba en una profunda crisis, caracterizada por una cultura de abusos de todo tipo: sexuales, de corrupción y del ejercicio del poder”, señaló.

En ese contexto, cuando resultó electo, los cardenales le impusieron la misión de reformar la institución eclesial y de todo lo que es la cultura eclesial, añadió el experto.

Por ello, las decisiones que tomó, “más que conservadoras o liberales, son decisiones que responden a la necesidad de un profundo cambio de la institución, pero a la luz del seguimiento de Jesús”, juzgó el teólogo.

Otro de los cambios que marcó el periodo del papa Francisco fue la Reforma de la Curia, cun la cual permitió que mujeres y personas laicas ocuparan posiciones con el poder de decisión dentro de la Iglesia.

“Antes, la mayoría de los cargos eran de obispos. Con la Reforma de la Curia, deja abierta esta posibilidad para que cada iglesia local, cada obispo en las iglesias locales, pueda emprender reformas y que laicas y laicos, y no solo obispos o presbíteros, ocupen posiciones donde se tomen decisiones que tengan que ver con la totalidad de la vida y la misión de la Iglesia”, explicó Luciani.

En el ámbito de las reformas, Francisco convocó en 2021 un sínodo fundamentado en un proceso con tres fases que finalizará en 2028. Se trata de una inédita acción en la Iglesia católica, la consulta más grande e importante en su historia, según Luciani.

La finalidad es “preguntar a toda persona, creyente y no creyente, qué debe cambiar en la Iglesia, cómo puede la Iglesia responder hoy a su misión y, por lo tanto, emprender una reforma”, precisó el teólogo.

Cuando el papa inauguró el Sínodo, una asamblea de deliberación, abrió “un proceso de escucha para aprender de la sociedad”.

“Todos los temas como la diversidad sexual, el aborto, el debate público internacional, todas las cosas que hoy parecieran controvertidas tienen la fuente de la escucha de la Iglesia”, aseguró el profesor de la UCAB.

Describió que, para ello, Francisco estudió cómo la sociedad presenta nuevos signos de los tiempos, nuevos problemas, y cómo la Iglesia no puede quedarse atrás, sino iniciar un proceso de preguntas para saber cómo integrar todo en su visión pastoral.

A pesar de ello, en el seno de la Iglesia católica, algunos consideran que una mayor apertura que implique cambios puede convertirse en una ruta perjudicial.

En ese orden de ideas, Luciani recordó que todo pontificado puede hacer cambios que pueden repercutir en lo que hizo su predecesor, sea para frenar o para avanzar en sus reformas, o para retroceder.

Luciani estimó que, entre los nuevos desafíos que tendrá el nuevo papa, estará la decisión sobre lo que aprecia como parte del legado de Francisco: abrir una Iglesia que debe escuchar para aprender de la escucha.

De acuerdo con el teólogo, la Iglesia antes de Francisco era una institución docente, “que enseña, y el resto de las personas tenían que aprender”.

Pero con la llegada de Francisco, se adoptó la imagen de una Iglesia en la que todos deben escuchar para aprender. “Eso hace que la institución se coloque en una dinámica de cambio que tiene que venir de la sociedad enseñándole a la Iglesia”, explicó.

Esta nueva postura podría cambiar con la llegada de un nuevo papa, situación que ha generado incertidumbre.

Una Iglesia para los pobres

Durante su periodo papal, Francisco llevó una vida de austeridad, en consonancia con su visión sobre la pobreza como prioridad para la Iglesia.

Desde su nombre, el cual escogió en honor a San Francisco de Asís, “el hombre de la pobreza”, hasta su vestimenta como sumo pontífice, con atuendos sencillos, serían demostración de su convicción.

De igual manera, eligió como residencia la Casa de Santa Marta, una casa hotel que tiene el Vaticano y cuyas habitaciones son pequeñas.

“Eso ahora implica que el próximo papa tendrá ese desafío: ¿vivirá en el Palacio Apostólico? ¿Se vestirá con atuendos pontificios de gran lujo o será un papado que tenga una vestimenta mucho más sencilla como lo hizo Francisco? Todo eso causa molestias, según las distintas corrientes y estilos que encontramos en la Iglesia, de acuerdo con el modo de ser de las personas”, resaltó Luciani.

El papa Francisco insistía en la necesidad de una “Iglesia pobre para los pobres”. Pero no todos en el Vaticano lo consideraban así.

“Eso genera problemas en los grupos conservadores de ultraderecha, porque toca el estilo de vida de un obispo que vive como millonario, con casas lujosas, con carros y choferes, grandes seguros médicos; todo aquello que muchas veces las mayorías, en muchos países, no tienen», destacó el experto.

La visión y la perspectiva del papa Francisco también fueron objeto de críticas dentro de la institución.

“Francisco abre una recepción que muestra a una Iglesia más horizontal y comienza a criticar todo lo que tiene que ver con el poder dentro de la Iglesia. Entre las muchas turbulencias que va atravesando, algunas provienen de los grupos de ultraderecha, que son minoritarios y que no quieren el cambio, pero tienen mucho poder económico”, señaló Luciani.

Precisó que estos “han hecho campañas durante los 12 años de pontificado de Francisco, con continuas críticas, como si el papa estuviera acabando con la Iglesia, con la doctrina y con la tradición”, aseveró.

El teólogo reconoció que la visión de una Iglesia como la que impulsaba el papa Francisco podría quedar ahora a la deriva tras la muerte del primer papa latinoamericano.

Bergoglio llegó con “un estilo latinoamericano” a la Iglesia. De acuerdo con Luciano, su postura causó problemas, debido a que algunos afirmaban que el papa que estaba “latinoamericanizando” a la institución.

Sin embargo, “lo que hacía era regresar la Iglesia a la praxis de Jesús de Nazaret, que siempre fue una de asumir la opción por los pobres. Eso fue lo que en América Latina se asumió y que Francisco como papa llevó a su pontificado y lo ofrece como una riqueza para la Iglesia mundial”, afirmó.

Ideologías dentro de la Iglesia

La incertidumbre sobre la elección del nuevo papa incluye también consideraciones sobre presiones de orden político e ideológico dentro del Vaticano.

Al respecto, Luciani destacó la libertad de decisión como uno de los rasgos de su personalidad de la personalidad de Francisco.

“Tomaba decisiones en la Iglesia no sobre la base de presiones de grupos o posiciones ideológicas, sino de un profundo discernimiento de los Evangelios y a partir de las realidades de lo que se vivía en la sociedad, preguntándose siempre cómo la Iglesia podía servir mejor a su misión”, aseveró.

Este 7 de mayo, el mundo será testigo del cónclave, un ritual tradicional de varios siglos dentro de la Iglesia católica.

En el proceso de elección, 133 cardenales de todo el mundo se reunirán en la Capilla Sixtina del Vaticano, para escoger al sucesor del papa Francisco, quien falleció a los 89 años, el  pasado 21 de abril.

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