Un día que parecía transcurrir con normalidad se convirtió en una tragedia cuando uno de los medios de transporte más emblemáticos de Lisboa sufrió un grave accidente.
Según informes de EFE, el funicular de la Gloria, un ícono que recorre la ciudad, descarriló y dejó un saldo de múltiples muertos y heridos.
Las autoridades investigan las causas, mientras los equipos de emergencia trabajan sin descanso para atender a las víctimas.
El suceso conmociona a la capital portuguesa
Un funicular en Lisboa, Portugal, sufrió un accidente este miércoles. Al menos tres personas murieron y 20 más resultaron heridas.
De acuerdo con los informes preliminares, un cable suelto pudo ser la posible causa del descarrilamiento. Los servicios de emergencia, con 34 bomberos y 8 vehículos, llegaron al lugar. La directora de Protección Civil confirmó que varias personas siguen atrapadas.
Este medio de transporte, el funicular de la Gloria, une la plaza de los Restauradores con el Barrio Alto. El accidente ocurrió a las seis de la tarde.
La investigación en curso sobre el funicular
La compañía de ferrocarriles de Lisboa (Carris) envió equipos de rescate al lugar. No obstante, por el momento, no es posible determinar la causa exacta del accidente. La policía también acudió al sitio para ayudar con las tareas de rescate y la investigación.
Un testigo relató en una entrevista con el canal 'NOW' que "el funicular se descarriló y quedó completamente destruido".
El funicular de la Gloria es un medio de transporte histórico que circula a muy baja velocidad y transporta a más de 3 millones de pasajeros al año. Todavía se desconoce el número total de personas a bordo en el momento del accidente.
Impacto del suceso en la ciudad
El accidente de hoy tiene un gran impacto en Lisboa. El funicular de la Gloria es un medio de transporte muy popular, especialmente entre los turistas que visitan la ciudad, ya que conecta lugares céntricos y concurridos.
La interrupción del servicio, sumada al shock por las víctimas, representa un duro golpe para la capital. Las autoridades acordonaron la zona, lo que afecta el tráfico y el acceso a las calles aledañas, generando un gran despliegue policial y de equipos de emergencia. Esto causa interrupciones significativas en la vida diaria de los residentes y turistas.
Tras el accidente, los centros de salud cercanos, como los hospitales y clínicas de la ciudad, se movilizan para atender a la gran cantidad de heridos.
Se activan protocolos de emergencia para recibir a los pacientes, incluyendo a aquellos en estado crítico. Los servicios de urgencias se saturan y el personal médico trabaja sin descanso para gestionar la situación y brindar la atención necesaria a las personas afectadas.
Otros accidentes relacionados en Lisboa
En mayo de 2018, el mismo funicular se descarriló sin dejar heridos. El Presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, lamentó la tragedia y expresó sus condolencias a las víctimas. Además, pidió a las autoridades que aclaren el incidente pronto.
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