Una nueva política del gobierno de Estados Unidos podría llevar a la deportación a miles de personas que solicitan la Green Card a través de un familiar, incluso si están casados con ciudadanos estadounidenses.
El cambio, anunciado por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) el 4 de agosto, permite iniciar procedimientos de expulsión contra cualquier solicitante que no tenga un estatus legal vigente, sin importar si su solicitud está en trámite, destaca Infobae.
La medida, de aplicación inmediata, impacta tanto a casos nuevos como a los ya pendientes desde antes del 1 de agosto.
Millones en riesgo y más entrevistas obligatorias
Según USCIS, una petición familiar “no concede por sí sola un estatus migratorio ni impide la deportación”. En otras palabras, tener una solicitud activa ya no garantiza protección frente a una orden de remoción.
De acuerdo con datos de USCIS citados por NBC News, en los primeros seis meses de 2025 se presentaron más de 520.000 solicitudes familiares I-130.
Actualmente, existen más de 2,4 millones de casos pendientes, muchos de ellos con más de seis meses de espera.
Es un "golpe directo"
La abogada Elora Mukherjee, de la Universidad de Columbia, calificó el cambio como un “golpe directo” a una de las vías más utilizadas para legalizar el estatus migratorio en el país.
USCIS justificó el giro alegando que busca frenar fraudes y garantizar la seguridad nacional mediante entrevistas obligatorias y una revisión más exhaustiva.
Sin embargo, expertos como Julia Gelatt, del Migration Policy Institute, aseguran que esta política es coherente con la línea dura de la administración Trump y podría disuadir incluso a solicitantes legítimos de iniciar el proceso por temor a ser deportados.
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