Las dietas son un régimen de vida, es un plan de alimentación que siguen las personas sanas, enfermas o convalecientes, con el objeto de recuperarse, mantenerse o controlar el peso.
En sí, las dietas representan la cantidad y calidad de alimentos que las personas ingieren durante un periodo determinado.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) “las dietas saludables promueven la salud, el crecimiento y el desarrollo, apoyan estilos de vida activos, previenen deficiencias y excesos de nutrientes, enfermedades transmisibles y no transmisibles, enfermedades transmisibles por alimentos y promueven el bienestar”.
Sin embargo, aunque muchas son saludables, otras tienen muchas desventajas, por lo que es crucial considerar tanto los posibles beneficios como los riesgos antes de iniciar cualquier plan de alimentación restrictivo.
¿Cuál es el objetivo de las dietas?
Alimentarse para nutrir el organismo de una manera equilibrada, de acuerdo con las características de cada persona. El objetivo de un régimen alimenticio es cubrir las necesidades energéticas y nutritivas de la persona, además, prevenir ciertas alteraciones y enfermedades, y hasta evitar el aumento de peso y la obesidad.
Es por ello que no existe una dieta única que puedan seguir todos los miembros de una familia, por ejemplo.
Hablan los expertos
De igual manera, existen muchos mitos por los que la gente termina haciendo o abandonado alguna dieta, y esto resulta perjudicial para la salud.
Entre los mitos más comunes se incluye la creencia de que ciertos alimentos queman grasas, que saltarse las comidas es efectivo para perder peso, o que los carbohidratos son malos para la salud.
Pero en realidad, ningún alimento quema grasa por sí solo, saltarse comidas puede llevar a un mayor consumo de calorías en la siguiente comida, y los carbohidratos son una fuente importante de energía para el cuerpo, refiere la Inteligencia Artificial.
Investigadores de Harvard comparten algunos datos que ayudan a diferencia entre realidad y ficción, y así poder identificar que es confiable y que no.
Un mito, “¿Quieres bajar de peso? Entonces no comas carbohidratos ni fruta”. Los carbohidratos son la fuente rápida de energía del cuerpo. Cuando los consumimos a través de alimentos como granos, vegetales con almidón y frutas, los descomponemos en azúcares naturales que luego pueden usarse como energía. Nuestro cuerpo, especialmente el cerebro y músculos, requieren glucosa para obtener energía, por lo tanto, es esencial saber elegir el tipo de carbohidrato que se puede consumir, además de las cantidades.
“Todo el mundo debería seguir la dieta cetogénica”, es un plan en el que se consumen grasas, y las proteínas y carbohidratos deben moderarse. “El objetivo principal de esta dieta es alterar el metabolismo del cuerpo para que comience a utilizar cetonas como principal fuente de energía en lugar de glucosa... Originalmente, se demostró que la dieta cetogénica era eficaz para personas con epilepsia y otras enfermedades neurológicas como cáncer cerebral y demencia. Sin embargo, actualmente, la principal razón por la que las personas adoptan esta forma de alimentación es para bajar de peso. Si bien esta dieta puede ayudar a controlar el peso, es extremadamente restrictiva y elimina muchos alimentos muy saludables”. En tal sentido, no es apta para todas las personas.
Otro error es que “Todo el mundo debería dejar de consumir gluten”. Esta es una proteína que proporciona estructura y forma al pan y a los productos horneados, pero también actúa como un pegamento, uniendo y manteniendo unidos los alimentos. Cabe acotar que, solo quienes tienen ciertas afecciones médicas deben evitar su consumo, por ejemplo, las personas con enfermedad celíaca y las personas con autismo, pues el gluten causa daños al intestino y provoca alteraciones neurológicas. Fuera de afecciones diagnosticadas, evitarlo no ofrece mayores beneficios.
Estos son solo algunos mitos que circulan en internet, redes sociales e incluso de boca en boca.
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