El Gobierno de Estados Unidos abrirá próximamente el que será el mayor centro federal de detención migratoria del país, ubicado en la base militar de Fort Bliss, cerca de El Paso, Texas.
Las instalaciones estarán operativas desde el 17 de agosto y, aunque inicialmente albergarán a 1,000 personas, se planea expandir la capacidad hasta 5,000 camas en las semanas siguientes.
Detalles claves del proyecto
La creación de este centro forma parte del enfoque del gobierno de Donald Trump para acelerar las deportaciones masivas y responder al hacinamiento en otros centros de detención.
Las instalaciones estarán bajo supervisión del Departamento de Seguridad Nacional, mientras que el Departamento de Defensa facilita el uso del terreno militar, citó la agencia EFE.
¿Cómo fue el financiamiento y construcción del recinto?
El proyecto cuenta con un contrato de $1.2 mil millones otorgado a Acquisition Logistics LLC, destinado a construir y operar el centro con una estructura tipo campamento con carpas o módulos temporales.
Según el Pentágono, esta obra se desarrollará bajo mandato ejecutivo y forma parte de una política nacional que busca contar con hasta 100,000 espacios de detención a nivel nacional.
¿Cuáles han sido las críticas recibidas?
Líderes demócratas y exfuncionarios de ICE han cuestionado el uso de bases militares para detenidos civiles, aduciendo que puede infringir la preparación militar y carecer de supervisión adecuada.
Además, organizaciones defensores de derechos humanos y legisladores han señalado que muchos centros migratorios ya enfrentan denuncias por abusos, maltrato y hacinamiento, lo que eleva la inquietud por sistemas similares en Fort Bliss.
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