La caída del cabello en mujeres, especialmente jóvenes, puede deberse a múltiples causas cotidianas que alteran el ciclo natural del cabello. En condiciones normales, se pierden entre 50 y 100 cabellos al día, un proceso natural de renovación. Sin embargo, cuando esta caída se vuelve persistente o excesiva, es señal de un desequilibrio que conviene evaluar con perspectiva médica.
Principales causas de la caída del cabello en mujeres jóvenes
Hormonas
Los cambios hormonales durante la pubertad, el uso de anticonceptivos, el postparto o alteraciones tiroideas pueden interrumpir el ciclo de crecimiento del cabello y provocar caída difusa.
Caída difusa y temporal
Estrés físico o emocional, cirugías, dietas muy restrictivas, fiebre alta o postembarazo pueden desencadenar una fase de reposo en muchos folículos simultáneamente, provocando una caída brusca unos 2–4 meses después del evento desencadenante. Esta caída suele remitir en meses cuando cesa el factor causante.
Deficiencias nutricionales
La falta de hierro, zinc, vitaminas del grupo B, vitamina C, D o E debilita los folículos y acelera la caída. Una dieta desequilibrada o bajo consumo proteico agrava la debilidad capilar.
Genética
Algunas mujeres jóvenes pueden sufrir alopecia androgenética hereditaria, caracterizada por un adelgazamiento progresivo del cabello en la zona central y superior del cuero cabelludo. Aunque no suele producir calvicie total, sí puede reducir notablemente la densidad.
Tracción constante
El uso frecuente de extensiones, trenzas tirantes, moños muy apretados o planchas y rizadores puede dañar los folículos y generar alopecia por tracción.
Enfermedades
Afecciones autoinmunes como la alopecia areata, problemas dermatológicos o enfermedades sistémicas también pueden provocar pérdida capilar. Además, ciertos medicamentos pueden tener efectos secundarios sobre el cabello.
Tricotilomanía
Es un trastorno del control de impulsos en el que la persona se arranca compulsivamente el cabello. Aunque menos común, provoca calvas irregulares e incluso calvicie severa si no se trata.
¿Cuál es la solución?
- Diagnóstico médico: un dermatólogo puede ordenar pruebas para determinar la causa correctamente.
- Mejor alimentación: incorporar alimentos ricos en hierro, zinc, biotina, proteínas y vitaminas–como espinacas, legumbres, frutos secos, huevos o pescados grasos–ayuda a reforzar el cabello.
- Reducir el estrés: técnicas de relajación, ejercicio, buen descanso y evitar peinados agresivos pueden detener muchas caídas asociadas al estrés o tracción.
- Tratamientos tópicos o farmacológicos: el minoxidil tópico o medicamentos bajo supervisión médica pueden ser útiles en casos de alopecia androgenética o pérdida persistente.
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