La ciudad de Doral, Florida, conocida popularmente como 'Doralzuela' por su alta concentración de ciudadanos venezolanos, experimenta un notable éxodo residencial.
La principal causa: una profunda incertidumbre legal generada por los recientes cambios en las políticas migratorias federales, un fenómeno que golpea con fuerza al mercado inmobiliario local.
Cientos de familias venezolanas, pilares de la economía de la ciudad, han comenzado a marcharse o a planificar su partida ante la amenaza de perder su estatus migratorio.
La inestabilidad legal impulsa la desocupación y la migración de venezolanos en el Doral
La revocación o la falta de extensión de protecciones temporales, como el Estatus de Protección Temporal (TPS) para ciertos grupos de venezolanos, junto con un endurecimiento general de las medidas de control migratorio, está generando pánico en la comunidad.
Esta situación lleva a muchos a buscar estabilidad en otros países, como España e Italia, o a enfrentar la difícil decisión de regresar a Venezuela, según un análisis reciente del Wall Street Journal, que fue citado en transmisiones de expertos inmobiliarios.
El impacto se refleja directamente en las estadísticas de vivienda. La tasa de apartamentos vacantes en Doral ha aumentado considerablemente, superando a la de municipios vecinos.
Expertos del sector, como la abogada Martha L. Arias en Miami, han confirmado a medios como Bloomberg Línea que sus oficinas están recibiendo una avalancha de consultas sobre cómo mantener la residencia legal, lo que refleja la ansiedad generalizada en la comunidad.
¿La economía de Doral está en riesgo?
Esta ola de salidas, motivada por la incertidumbre migratoria, desequilibra la demanda de propiedades residenciales.
Aumento de vacantes: La tasa de desocupación en Doral ascendía a 6.5%, superando el 5.6% del año anterior y el 4.3% de áreas circundantes. Algunos sectores superan el 10% de desocupación, indican datos manejados por la alcaldía y analistas del mercado.
Caída de precios de alquiler: Para contrarrestar las vacantes, los propietarios se ven forzados a bajar los precios de alquiler. Agentes inmobiliarios atestiguan que las propiedades demoran más en rentarse, obligando a los dueños a ajustar sus expectativas financieras.
Ventas forzaadas: Algunas familias, ante la posibilidad de la deportación de un miembro vital para la economía del hogar, incluso ponen sus propiedades en venta, incapaces de sostener los gastos, según ha señalado la experta Lourdes Llamas a Univision.
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